La Fórmula 1 a veces es muy caprichosa. Se tiende a juzgar a los pilotos sin tener en cuenta el innegable, aunque a veces rechazado, papel que juega el azar en sus carrera. Y el ejemplo de Álex Palou es el más claro de los últimos tiempos. El español acaba de ganar su tercera IndyCar, pero bien podría estar peleando ahora mismo por su primer mundial de Fórmula 1.
De hecho, fue un movimiento de Fernando Alonso el que, sin pretenderlo, indirectamente dejó sin asiento en la Fórmula 1 a Palou. Hay que remontarse dos años atrás, al verano de 2022, cuando Alonso se divorció abruptamente de Alpine. Aquel movimiento de rebote cerró a Palou las puertas de la Fórmula 1, y quien sabe si de la máxima gloria.
Palou podía estar sentado en el McLaren de Piastri, pero parece que nunca llegará a F1
1 de agosto de 2022. Para sorpresa general, y sin que nadie lo hubiese adelantado, Aston Martin anuncia el fichaje de Fernando Alonso. La fecha no es casual. Justo ese día Alpine perdía su derecho sobre Oscar Piastri, que canterano más prometedor, que legalmente quedaba libre para unirse al equipo que quisiese.
Alpine tenía la potestad de quedarse con Piastri solo si le confirmaba como piloto oficial antes del 1 de agosto, pero se durmieron en los laureles esperando la continuidad de Alonso. Todo apunta a que Mark Webber, manager de Piastri y buen amigo de Alonso, ya lo tenía todo cerrado con McLaren, y tuvo mucho que ver en la elección de la fecha del asturiano.
Así que cuando Alpine anunció a Piastri el siguiente 2 de agosto, se encontró con un inolvidable tuit del piloto negando ese fichaje. Ya había llegado a un acuerdo con McLaren, y contractualmente era demasiado tarde para que Alpine pudiese retener a Piastri. Muchos pensarán a estas alturas: ¿Qué pinta Álex Palou en toda esta historia? Pues más de lo que parece.
Básicamente, porque Palou ya se había unido a McLaren, en uno de los fichajes más polémicos de los últimos tiempos. Era el plan B para sustituir a Daniel Ricciardo si Piastri se hubiese quedado en Alpine, pero la jugada de Alonso impidió a los franceses retener a Piastri, que fichó por McLaren y dejó a Palou sin sitio en la Fórmula 1.
Viendo cómo ha evolucionado la cosa solo dos años después, con McLaren al frente del mundial de constructores y Lando Norris peleando por el título de pilotos, probablemente podemos afirmar que Palou ahora mismo estaría, como mínimo, peleando por ganar carreras en la Fórmula 1 cada fin de semana, y quien sabe si algo más.
Pero en el universo en el que nos ha tocado vivir, probablemente Palou sea un piloto que nunca llegue a Fórmula 1. Los caprichos del denostado azar.