Hubo que esperar dos meses y medio para que el demencial calendario de la Fórmula 2 llegase a su última carrera. Desde Monza llevaban esperando los chicos de la categoría inmediatamente inferior a la Fórmula 1 a que llegase el Gran Premio de Abu Dabi para resolver quién sería el campeón de la Fórmula 2 2023.
Tres pilotos llegaban con opciones, y finalmente fue el francés Théo Pourchaire quien se proclamó campeón pese a no subirse al podio en ninguna de las dos carreras de Yas Marina. Sin embargo su título parece que importa poco, porque no correrá en la Fórmula 1 el año que viene. Y lo preocupante es que no es una excepción.
Pourchaire no podrá repetir en Fórmula 2 y no tiene hueco en la Fórmula 1
Hubo un tiempo en los que ganar la Fórmula 2 era pasaporte asegurado para la Fórmula 1. Bien lo saben los campeones de la antigua GP2: solo dos de los doce pilotos que ganaron aquel certamen se quedaron sin plaza en la Fórmula 1. Pero con el cambio de denominación a Fórmula 2 algo ha cambiado.
De los últimos cinco campeones de la Fórmula 2, solo uno corrió a la siguiente temporada en la Fórmula 1. Fue Mick Schumacher, que ganó la Fórmula 2 en plena pandemia y después fichó por Haas. Oscar Piastri, campeón de 2021, tuvo que esperar un año como reserva de Alpine para debutar en 2023 en Fórmula 1, ya en McLaren.
El campeón de 2019, Nyck de Vries, ha terminado llegando de rebote a la Fórmula 1 en 2023 con Alpha Tauri, y su aventura solo ha durado media temporada. Pero es que los dos últimos campeones de la Fórmula 2, Felipe Drugovich y Théo Pourchaire, ni siquiera han llegado a la Fórmula 1. Y el panorama no es halagüeño.
Drugovich se enroló en Aston Martin como piloto reserva y ha podido disputar algunos viernes, pero nada más. Seguirá como probador en 2024. En cuanto a Pourchaire, el hecho de ser canterano de Sauber parecía asegurarle un puesto en el equipo de Fórmula 1, pero Sauber ha decidido renovar al chino Guanyu Zhou, que no es que esté brillando precisamente.
Lo más grave es que la Fórmula 2 prohíbe volver a correr allí a los pilotos que han sido campeones, así que con 20 años y sin hueco en la Fórmula 1, a Pourchaire le va a tocar buscarse la vida lejos de la categoría a la que supuestamente le tocaba llegar por ganar la Fórmula 2. La escalera hacia la Fórmula 1 parece rota.
Quizá es otro de los múltiples problemas de la Fórmula 1 que se podrían solucionar si Liberty Media aceptase que entrasen un par de equipos más en la parrilla.