La decisión estaba cantada. La FIA ha decidido que los tres próximos años Bridgestone sea el suministrador oficial de neumáticos de la F1. Se termina con uno de los factores más decisivos de los últimos años. Por fin dejarán de hacerse esas maratonianas sesiones de test sólo para probar ruedas.
Bridgestone se queda sin rival, y dejará de gastar dinero en evolucionar los neumáticos. Así que con un poco de suerte perderán prestaciones y el talento del piloto tomará mayor protagonismo. Está claro que los actuales equipos Bridgestone tendrán ventaja, pero también se vieron perjudicados anteriormente por ser menos equipos probando y haber menos datos disponibles. Una cosa vaya por la otra.
Vía | planet f1