Con maneras sutiles y educadas, pero con afirmaciones tan suaves de polémicas como certeras en objetivo. Así se ha mostrado el ex-piloto de rallies hasta ahora candidato a la presidencia de la FIA en una entrevista a AS, de la que nos hacemos eco a través de GPUpdate. Unas declaraciones que vienen a raíz de la confirmación de la marcha de Max Mosley especialmente de sus recomendaciones particulares. Ari Vatanen lo tiene muy claro: los favoritismos en la FIA sobran:
Hay que limpiar muchas cosas en el automovilismo, y por ello propongo una nueva FIA, más transparente, democrática, y en la cual se escuche. Tenemos una boca, pero dos oídos, y mi intención es escuchar a todo el mundo y entre todos lograr un gran deporte. Por el contrario Jean Todt representa la antigua etapa, y no es correcto que Max quiera imponer un nuevo líder, que además le preste el apoyo de la federación para hacer su campaña. La FIA no es un reino, es una república en la que se elige democráticamente a los líderes.”
En la entrevista el finlandés no se quedó ahí. Entre otras dejó caer que ni a la propia Ferrari le gustaría que Jean Todt llegara a la presidencia porque perdería credibilidad. Y refiriéndose a los fabricantes en general, Vatanen comentaba que por lo general ninguno comparte la idea de que en la presidencia haya alguien que haya estado muy ligado con ninguno en especial: se ruega neutralidad:
En Ferrari no quieren que Todt sea el presidente, y así me lo han dicho, porque opinan que el deporte perdería credibilidad. Pero ocurriría lo mismo si fueran Ross Brawn o Flavio Briatore los que se presentaran. El presidente de la FIA debe de ser neutral.
Por supuesto le tocaron el tema de los rallies, que tan agitado está últimamente gracias de nuevo a la FIA. No se moja demasiado, dejando claro que tienen muy claras las prioridades en el automovilismo. Pero tampoco dice que esté conforme con todo lo que en ellos se está haciendo. Algo es algo.
No voy a negar que llevo los rallys en mi corazón, pero eso no significa que les vaya a dar prioridad. La especialidad más importante es la Fórmula 1, y los rallys son un complemento, pero nuestro mundo es mucho más variado y por eso tan bello. También hay que dar importancia al resto de disciplinas, y tampoco debemos olvidar al billón de automovilistas, a los que ya llevo intentando ayudar en mis diez años como europarlamentario, en los que impulsé un programa a su favor.
Aparte de ésto, Ari Vatanen se denomina así mismo como el soplo de viento fresco que necesita la FIA y el automovilismo. No lo dudo, el finlandés apunta maneras, pero no comparto que use como arma para llegar una afirmación como “no es bueno que un líder permanezca mucho tiempo en el puesto, y cuando ocurre, lo mejor es hacer un cambio”.
No necesariamente tiene por qué ser así. Asocio más ese tipo de expresión a los que sueñan con llegar al poder, y ante un líder sólido, convincente y que funciona, ven que no llegarán a ese cargo. Dicho coloquialmente, ven que se les pasa el arroz. Pero es obvio que ésto no podemos aplicarlo al bueno de Max Mosley.
Sí pienso que una FIA como dice Ari Vatanen ayudaría a romper en ella ciertos hermetismos, o que cargos elegidos por una votación ya por eso sean intocables. En federaciones como en la FIA hay que erradicar el que tanto poder recaiga sobre una persona e incluso sobre ésa y cuatro más que comparten su punto de vista.
¿Cuántas veces no hemos escuchado aquello de “lo peor es lo que tiene alrededor”? Aunque claro, ésto no deja de ser política, y hablar de erradicar estas cosas es muy difícil. Pero pondría mucho más difícil el imponer fácilmente intereses y caprichos personales.
Vía | GPUpdate.