La victoria de Alonso en Melbourne recuerda a las buenas épocas de Schumi. ¿Se puede ser más superior? Ni con cuatro entradas del safety car se ha revitalizado la lucha por la victoria. A veces, parecía que los comisarios querían hacer una carrera tipo americano, donde cuando las ventajas aumentan mucho, reagrupan a la gente para que nadie se aburra.
Flavio ya no felicita a Alonso como antes. Ahora es sólo una obligación. El problema en Renault es que aunque no les guste, saben cuál es su único caballo ganador. A ver que le pasó a Fisico, pero empieza a ser dudoso su conocimiento del procedimiento de salida.
Alonso, no Renault, saca un montón a los demás. Digo Alonso, porque la comparación de vueltas rápidas no aguanta la prueba del algodón: Fernando (1.26.18) y Giancarlo (1.27.5). Vaya como se pasa con él su ingeniero: “Eres dos segundos más lento que Fernando y llevas la misma carga de gasolina. Aprieta.” Si ese es su favoritismo en Renault…
Y Raikkonen. Cambió el morro, como echando la culpa a eso de su bajo ritmo, pero no mejoró mucho después. Eso sí, hizo la vuelta rápida en el último giro. Si rompe en Imola, ¿oiremos decir que fue mala suerte?
Button va camino de ser el segundo Trulli. Dice que no conseguía calentar los neumáticos después de cada resalida, y eso puede valer de excusa para el primer par de vueltas, pero es que ni siquiera luego ha hecho nada (octava vuelta rápida superado por Barrichello).
Muy bien Webber, parecía que tenía una gran carrera entre manos, con una estrategia de gasolina muy prometedora. Y fenomenal Heidfeld, exprimiendo hasta la última gota de su BMW. A ver si los Toyota empiezan también a entrar en juego. Otro podium para Ralf.
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