Prueba: Ford Focus 1.6 y 1.8 TDCi 5p (parte 3)

Como se ha dicho en los posts anteriores, analizamos dos versiones, la básica Trend (que no es la versión de acceso) y Ghia, que es más completa. El Focus no destaca especialmente por su equipamiento de serie en la versión Trend, pero llama la atención la gran cantidad de extras 100% útiles que podemos integrar sin que el precio salte hasta el corte de inyección.

Equipamiento

Ford destaca en su página Web para el acabado Trend lo siguiente: llantas de acero de 15” con tapacubos de 7 radios, cierre centralizado con mando a distancia, retrovisores exteriores termoeléctricos, bolsillos en el respaldo de los asientos delanteros, reposacabezas trasero central, aire acondicionado sin CFC, tiradores interiores de las puertas con acabado en aluminio, consola central con frontal efecto metalizado, radiocassette radioCD con mando en el volante y faros antiniebla delanteros.

No faltan elementos tales como el ordenador de viaje, elevalunas eléctricos delanteros, la rueda de repuesto galletera o ganchos de sujección en el maletero. El acabado Trend arranca en 16.385 euros con el 1.6 de gasolina de 100 CV y 18.090 € en diesel con el motor comentado, 1.6 TDCi de 90 CV, sin incluir promociones. Ojito a la diferencia de 1.705 euros entre un motor y otro, el gasolina puede ser más rentable para muchos conductores.

Un pequeño comentario al margen, el cierre centralizado hay que ponerlo manualmente, no se activa automáticamente como en la mayoría de compactos. Me da más confianza un coche que echa los seguros automáticamente, para evitar algún susto en zona urbana.

En pocas palabras el acabado Trend no tiene un nivel de equipamiento alto en relación al precio, pues hay compactos que ofrecen más equipamiento por el mismo dinero.

Lo bueno del Trend, es que sin ser una versión alta puede tener instalada una gran cantidad de equipamiento extra, pongo como ejemplo la unidad de prensa azul, equipada hasta las cejas. “Sólo” eché en falta unas llantas de aleación, y no me importaría nada haberme comprado uno así. Pero claro, el configurador de Ford me presupuesta por 23.155 € una unidad igual a la que tuve, que ya son casi 4 kilos.

En cuanto a la versión Ghia, Ford destaca en su web, adicional al Trend: molduras externas en color carrocería, elevalunas eléctricos delanteros y traseros con apertura y cierre global, climatizador Bizona, retrovisor interior autocrómico, espejos de cortesía iluminados en los quitasoles, luces interiores para lectura de mapas, iluminación en el hueco para los pies, luz de cortesía en el techo de la parte trasera, guantera climatizada, consola central con frontal en efecto madera, pomo de la palanca de cambios de cuero, alfombrillas delanteras antideslizantes, limpiaparabrisas automático, faros delanteros automáticos, faros delanteros con función de retardo de apagado, reposabrazos trasero central abatible con espacio portaobjetos, espacio portaobjetos en el panel de instrumentos, volante de 4 radios forrado en cuero y control de la velocidad de crucero.

Este acabado está asociado a dos motorizaciones, un 1.6 de gasolina de 115 CV por 19.085 € y el 1.8 TDCi comentado de 115 CV, por 21.090 euros. Esta vez, la diferencia de precio se acentúa, 2.005 euros. Nuevamente, no hay que tirarse de cabeza por el diesel, pero de eso hablaré más adelante. El equipamiento del Ghia es más interesante, a decir verdad, y tal vez compensa en vez de inflar un Trend a extras, elegir un Ghia. También hay que pensar en el seguro, lo que el Ghia lleva de serie y el Trend no (y fuese extra), también se computa en el precio.

El equipamiento extra que pueden instalar ambas versiones es muy jugoso y variado, en contraste con algunos compactos como el Kia Cee’d cuya política de extras está más cerrada. El navegador merece un comentario al margen, ya que su coste sobrepasa los 2.500 euros (añade Climatizador y cargador de 6 CDs).

Mi recomendación personal es que invirtamos en el climatizador por separado, llevemos discos con MP3 y nos compremos un Tomtom, aunque eso suponga renunciar a la fabulosa integración del sistema con pantalla táctil y demás zarandajas. El bolsillo y las manías harán el resto.

Elementos como el control de voz V2C (muy recomendable), los faros adaptativos, rueda de repuesto de verdad o la alarma antirrobo son elementos muy útiles y que mejoran nuestra seguridad y nuestro confort. El que dude, que lo pruebe: menos distracciones, mejor visibilidad en curvas, menos riesgo por la rueda galletera (la dinámica del coche no es la misma, y límite de 80 Km/h)...

Ahora, veamos qué tal está equipado en materia de seguridad.

Seguridad

En el nivel Trend, el Focus hace gala de un estupendo equipamiento, empecemos por los cinco cinturones de seguridad, los delanteros cuentan con pretensores pirotécnicos y limitadores de esfuerzo. De airbags va bien servido: delanteros frontales, delanteros laterales y de cortina delante y detrás, en total 6. Todos los reposacabezas son de serie, cosa que por ejemplo no ocurre en el 3 puertas, una decisión que no entiendo (si está plegado el central, no molesta, y hace la plaza más segura si se lleva a un eventual 5º pasajero). También tiene anclajes ISOFIX.

Ayudas electrónicas a la conducción tenemos los frenos ABS como de costumbre, distribución electrónica de la frenada EBD, el control de tracción va unido íntimamente al de estabilidad, que es un extra en este acabado por 550 euros (incluye más cosas, es un paquete). El nivel Ghia añade al equipamiento de seguridad del Trend el control de velocidad y el retrovisor antideslumbrante. La opción del ESP sale más barata, 175 euros. Debería ser de serie.

La versión de acceso Business nos hace renunciar a determinados equipamientos, incluso en opción, tales como los faros antiniebla, el control de estabilidad o el control de velocidad de crucero. Que nadie olvide esto si se empeña en tener un Focus sea como sea y se decante por la versión más básica.

Y dejemos a un lado lo que tiene, y pasemos a los resultados. El Focus tiene una calificación EuroNCAP de 5 estrellas, como el Renault Megane, Citroën C4, Opel Astra, Volkswagen Golf, Toyota Auris, etc.

Es más seguro que un SEAT León, Peugeot 207 307, Mazda 3 o un Honda Civic (que no obtuvieron la quinta estrella) según los parámetros de este organismo. Podría haber añadido avisadores de abrochado de cinturón en todas las plazas, cosa que hacen el Honda Civic, Citroën C4 o Kia Cee’d entre otros ejemplos.

En pocas palabras, un coche seguro con mayúsculas, tanto en marcha como cuando es inminente un golpe de consideración.

Si la seguridad es fundamental para nosotros, el Focus está claro que es muy seguro, y con algunos equipamientos que he comentado, aumenta la seguridad activa notablemente, que nadie se olvide de ello. Elementos tales como el Bluetooth o el control de voz son una gran ayuda para evitar un accidente por distracción, que cada año se lleva unas cuantas vidas por delante.

Ya sólo queda la valoración general y la galería fotográfica, con detalles de las dos unidades en las que se basa este análisis. Atentos a las conclusiones en la próxima entrega.

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