Barack Obama vs industria del automóvil

En una entrevista que el próximo presidente de EEUU concedió ayer se pronunció sobre la situación de los tres grandes: General Motors, Ford y Chrysler, principales fabricantes automovilísticos en Norteamérica y buena parte del Mundo.

El político dijo lo que millones piensan, y es que estas empresas tienen que pagar por los errores estratégicos que han cometido. Afirmó que no han sabido adaptarse a las necesidades reales de sus clientes ni hacer más esfuerzo por tener modelos más eficientes.

Para Obama la industria del automóvil es la “espina dorsal” de la economía y que son demasiado importantes como para dejarles hundirse. De ellos dependen millones de empleos de forma directa o indirecta. Es partidario de darles el dinero que necesitan, pero eso sí, con condiciones.

Hasta el 20 de Enero no tomará posesión de su cargo, pero la Casa Blanca está trabajando para darle una ayuda económica a estas empresas. Puede que las medidas se aprueben durante la administración moribunda de Bush o que esperen a Obama. Se habla de crear la figura de un administrador que vigile que el dinero que se les da se usa correctamente.

Para Obama, y para cualquier persona cuerda, no tiene sentido que se despidan a miles de trabajadores o se cierren fábricas mientras los directivos cobran unos sueldos que insultan a la inteligencia del ciudadano. El modelo de negocio que tienen es insostenible y tienen que mirar cómo se lo están montando los europeos, coreanos y japoneses, que les comen cada vez más su cachito de la tarta.

¿Y qué hacen los “otros”? Este vídeo es un ejemplo, una forma muy 2.0 de pedir dinero. La industria de Detroit solicita unos 25.000 millones de dólares (*), pero el Tio Sam no piensa darles tal cantidad. Los tres grandes contestan que si no les prestan 25.000 perderá el país entero 156.000 millones en los próximos años. Una hecatombe.

Los norteamericanos se han acostumbrado de toda la vida a una gasolina muy barata y para ellos la eficiencia es algo secundario, pero los europeos, coreanos y japoneses han usado otro “chip” durante décadas y los resultados están a la vista. Para empezar, Toyota es el mayor fabricante mundial y Volkswagen se ha colado en el tercer puesto, relegando a Ford al cuarto lugar. ¿Casualidad? Para nada.

La solución neoliberalista, como la que aporta el Premier británico Gordon Brown, es dejarles que se peguen un tortazo contra la realidad y que el mercado haga el resto. Parece que de esta se salvarán con dinero público, pero tienen que aprender la lección ya. Ni hacen falta motores V6 y V8 para ir a 110 Km/h ni que sus directivos cobren cantidades desorbitadas, por poner dos ejemplos.

De momento Tio Sam dará a los tres fabricantes la mitad de lo que piden, y luego ellos ven cómo se reparten la pasta. Mientras tanto, europeos y asiáticos estarán frotándose las manos para terminar de introducirse en uno de los mercados más importantes del globo.

La invasión hace tiempo que ha comenzado y tiene vocación de permanencia. No es que estén precisamente de rositas fuera de América, la crisis es global, pero no es lo mismo resistir a la crisis que sucumbir ante ella.

NOTA: 1 billion USA = 1.000 millones

Fotografía | FoodVu (inicial), General Motors
Vía | El Mundo, Diariomotor
En El Blog Salmón | Los fabricantes de coches piden ayudas, El Congreso cede y rescata a automotoras, ¿Están las tres grandes a punto de quebrar?
En Motorpasión | General Motors, Ford y Chrysler empiezan a tener problemas financieros

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