A través de English Russia nos llegan estas fotos de un Dodge Viper con una tenebrosa historia subyacente propia de alguno de esos programas de pseudociencia.
Su matrícula, vete tu a saber si por casualidad o causalidad, incluía un 666. Después, aparece quemado. Otra nota para el misterio es que sus ruedas parecen haberse librado de la hoguera.
¿Su dueño habrá roto un pacto con el diablo? ¿Habrá por el medio una botella de vodka y un cigarrillo? ¿O quizás es la táctica de Dodge para igualarse a los deportivos europeos?
Vía | Jalopnik
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