Puede que no te gusten los MINI, pero este engendro del demonio te va a hacer plantearte tener uno. De MINI puede no quedarle mucho más allá del aspecto exterior, y ni eso porque la carrocería parece una mezcla entre un MINIde calle y un coche del DTM. Más le vale tener un buen apoyo aerodinámico porque tiene la friolera de 870 CV.
Es mucho más bajo, más ancho y más radical que el MINI de serie, y en su habitáculo no queda espacio para prácticamente que no sea una masiva jaula anti-vuelco, un asiento y un volante. ¿Sabes lo mejor de todo? Ya no es tracción delantera.
Las mejores esencias vienen en frascos Mini
Este pequeño Hot Wheels construido por Brede Alnes ha aprovechando un sistema Quattro de tracción integral modificado a medida para soportar los empujones de un motor de cinco cilindros en línea turbo de origen Audi asociado a una transmisión manual de seis velocidades que se esconde en su interior.
Pistones JD, bielas reforzadas, cigüeñal forjado, sistema de lubricación nuevo, turbo Precision 64/68... Todo material de primera cuidadosamente escogido para lograr las mágicas cifras de 870 CV y 1,014 Nm de par motor. Lo cierto es que este proyecto se ha ido radicalizando con el paso de los años, porque allá por 2012 era mucho más modosito con sólo 450 CV extraídos de un motor 1.8 turbo de un Audi A3 de 1999.
El chasis está hecho a medida, por supuesto, no había nada que se pareciera a esto para poderlo adaptar, mientras que las suspensiones independientes son Mobek Racing con amortiguadores Bilstein, frenos AP Racing con pinzas de cuatro pistones y discos de 310 mm.
Si has quedado prendado de esta bestia parda en frasco pequeño de fibra de vidrio y ventanillas de lexan puedes hacerte con él, puesto que está a la venta por 41.000 dólares, algo más de 38.000 euros al cambio. Eso más lo que te cueste el transporte, porque esta locura, al igual que el Chevy Impala del '64 de drifting, está en Noruega.