El Nissan GT-R en el Salón de Ginebra con algo menos de peso

Bajando unas escaleras del salón y girando la cabeza a la derecha me encontré con algo que de verdad me sorprendió, un señor Nissan GT-R, como encarcelado tras una barandilla y con buena compañía.

Pero lo mejor estaba delante de él, ya que había otra unidad… Bueno… Mejor dicho, había medio Nissan GT-R. No, tranquilos, hoy no toca dolorpasión, pero es así como Nissan quiso mostrar toda la tecnología de su matagigantes en Europa.


El coche, entero, impresiona, pero es que así, partido por la mitad y con todas las tripas al aire, da como cosica. Si nos fijamos bien, podemos ver su sistemas de suspensiones, la espectacular caja de cambios abierta dejando ver todos los engranajes de las marchas o las partes internas de su motor V6 3.8.

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