La sopresa de Detroit ya ha sido oficialmente presentada, el Audi R8 V12 TDI Concept es mucho más bonito de lo que podíamos esperar después de ver las filtraciones de hace una semana. Sinceramente, a mí ya me ha convencido. Aunque lamentablemente, estamos hablando de un prototipo, por lo que no sabemos si llegará algún día al asfalto y si lo hará con los mismos detalles estéticos.
Las fotos que nos presentaba Daniel ya daban una idea de que no solo cambia el combustible de su motor, pero viéndolo en alta resolución, con todos sus detalles, su imagen es mucho más amenazadora que la de su hermano de gasolina.
Ahondando en el inevitable debate de si diesel si o diesel no, los detractores de un deportivo de gasoil no podrán negar que la imagen de arriba, con ese tremendo V12 6.0 TDI de 500 CV, adornado con fibra de carbono y con una tapa digna de cualquier nave de Star Wars, es mucho más atractivo que el V8 4.2 FSI.
Los datos que ya os comunicamos ahora también se confirman. Gracias a la potencia de su motor TDI y los asombrosos 1.000 Nm de par máximo, el Audi R8 V12 TDI Concept logra hacer el 0-100 km/h en 4,2 segundos y según la nota de prensa, supera con creces los 300 km/h, pero no especifican su límite. Decir también que esos 1.000 Nm se encuentran disponibles en su totalidad desde las 1.750 rpm hasta las 3.000 rpm, más o menos el rango de revoluciones medio, por lo que no sólo asombrará a propios y extraños acelerando desde parado, sino que la recuperaciones también deberían ser sorprendentes.
El motor 6.0 V12 TDI deriva directamente de la competición y es similar en concepto al usado en el Audi R10, aunque cuenta con ligeras diferencias por temas de homologación para la calle. Basado en la arquitectura de los motores V de Audi, el ángulo entre las bancadas de cilindros es de 60º y no 90º como en los gasolina, para así reducir los momentos de inercia y de fuerza, consiguiendo un mayor refinamiento en la marcha.
La sobrealimentación se consigue con el uso de dos turbocompresores, uno por bancada de cilindros, con álabes móviles. Pueden soplar con una presión de hasta 2,6 bares y se ayudan de dos radiadores, también uno por bancada, para enviar un flujo de aire más frío al motor. Si nos vamos a los escapes, sigue con la misma filosofía de dividir los elementos por bancada, con dos líneas de escape provistas de filtro de partículas y un catalizador con un depósito de AdBlue, la solución de urea para reducir emisiones. Así, el Audi R8 V12 TDI Concept ya cumple con la normativa Euro6.
La caja de cambios es manual de 6 velocidades con embrague de doble disco. Ambos discos son de un diámetro reducido, lo que permite un montaje del conjunto en una posición inferior, bajando algo más el centro de gravedad, ganando en estabilidad. Se caracteriza por sus reducidos recorridos de cambio y el guiado absolutamente preciso de la palanca en la corredera de cambio abierta. Y la tracción la pasa al sistema quattro, que inicialmente reparte el par motor en un 40:60 al eje delantero y trasero.
Por supuesto, tratándose de una de las grandes novedades de la marca, no podían dejar de usar la suspensión Magnetic Ride (al igual que lo hacen en el Audi TTS), ajustable desde el volante con el sistema Drive Select, con los programas Dynamic, Sport y Race, que además modifican los parámetros del motor y del sistema electrónico del cambio. En el modo Race, la iluminación del cuadro de instrumentos cambia de blanco a rojo, la pantalla del sistema de navegación muestra una vista combinada del Lap Timer y la ruta de navegación que ha de seguir el conductor. Como alternativa se pueden mostrar informaciones adicionales tales como la fuerza centrífuga o la presión de sobrealimentación.
Si nos fijamos en sus frenos, veremos que los ingenieros alemanes no se han andando con chiquitas para parar a este bestia, ya que le han montado unos discos cerámicos reforzados con fibra de carbono. No especifican dimensiones de los mismos, pero observando las imágenes, mínimo tendrán los 350 mm de diámetro. Los muerden unas pinzas de aluminio de 6 pistones. Con el uso de este sistema de frenos se consiguen dos ventajas, reducir en 20 kg el peso del conjunto y garantizar en todo momento un rendimiento acorde a las prestaciones del coche.
En el interior, destacar lo que ellos llaman Monoposto, un arco que une el volante con el cuadro de mandos. No se si es la imagen la que está deformada o es simplemente un efecto óptico, pero desde mi punto de vista, no le hace nada de bien a un interior tan bien logrado. Bien logrado porque parece hecho para la competición, con las inserciones de aluminio y fibra de carbono, esos asientos tipo baquet en cuero y con los emblemas de R8 en los laterales, sobreimpresos en la tela, y como no, el bonito contraste que hacen las costuras rojas sobre el cuero negro.
Destacar de alguna forma el volante, tapizado en cuero Valcona y achatado en su parte baja, dándole un toque de deportividad y ayudando a no tener que hacer contorsionismo gratuito para salir del habitáculo. En él se encuentran los botones de control del Drive Select y el botón de arranque y parada del motor.
En definitiva, un deportivo en toda regla. Tendrá sus seguidores y sus detractores por el uso de un combustible no asociado todavía a la competición o al refinamiento de un gran deportivo de la categoría en la que quiere aterrizar el Audi R8 V12 TDI Concept, pero que seguro que una vez nos vayamos acostumbrando a verlo, si es que algún día llega al mercado, las cosas cambiarán y mucho. No será el último en llegar, seguro…
Fuente | Audi
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