A modo de colofón para la actual generación del Cadillac CTS-V Coupé, el fabricante estadounidense perteneciente a General Motors presenta una edición limitada para las últimas 500 unidades de su deportivo, que será sustituido el próximo año por el nuevo CTS-V Coupé.
Disponible únicamente en tres colores de carrocería (blanco, gris y negro), cuenta con una parrilla oscurecida, pinzas de freno de color rojo, llantas acabadas en grafito satinado, asientos deportivos Recaro, costuras en contraste en rojo, pedalera de aleación, inserciones de madera y tanto volante como pomo del cambio forrados en ante.
Bajo el capó esconde el mismo 6.2 litros V8 sobrealimentado por compresor, con una potencia de 564 CV y un par motor máximo de 746 Nm. Se ofrece tanto con una caja de cambios manual de seis relaciones como con una automática, también de seis marchas. Cuenta además con el llamado Magnetic Ride Control y con un equipo de frenos firmado por el especialista Brembo.
"La próxima generación de la familia V de Cadillac está ya en desarrollo y se estrenará el próximo año" confirmaba la propia compañía, asegurando también que "irán un paso más allá con un diseño más dinámico y una mayor sofisticación a nivel técnico".