Tesla Motors comienza este año 2016 marcando un objetivo algo más humilde de ventas para China. Este mercado, del que opinan es clave para sus aspiraciones y su éxito como fabricante de coches eléctricos, se está convirtiendo en un hueso más duro de roer de lo que pensaban en un primer momento.
Ya el año pasado hubo un cisma en Tesla como consecuencia de trabajo en el gigante asiático, tanto que el CEO de Tesla, Elon Musk, quiso llamar al orden con despidos incluidos. No es de extrañar, pues se habían marcado un objetivo de 10.000 unidades vendidas, y en las primeras semanas del año apenas contaban unas centenas. Este año han querido enmendar su error, reduciendo a la mitad el objetivo, es decir, dejándolo en 5.000 unidades.
Se trata de una meta mucho más asequible para Tesla, después de que en 2015 terminase matriculando unas 3.000 unidades del Tesla Model S. Ya os hemos hablado en alguna que otra ocasión de las dificultades para penetrar en este mercado, dado para empezar, el proteccionismo que ostenta. Este se traduce en unos aranceles que terminan encareciendo más los productos.
En cualquier caso, Tesla Motors lleva tiempo trabajando y negociando por hacerse un hueco, de ahí sus planes para abrir una fábrica propia en China en no demasiado tiempo. Mientras tanto, los fabricantes "locales" se están aprovechando del énfasis con el coche eléctrico que comienza a despertar, gracias en gran parte a las autoridades. En 2015, BYD vendió 60.000 coches enchufables en China, lo que le ha valido ser el fabricante qué más eléctricos enchufables repartió en el mundo el año pasado.
Vía | Nikkei
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