Concluimos con esta tercera parte una serie especial de tres artículos sobre los coches a gas natural comprimido, o GNC, todavía muy poco conocidos y extendidos en España, que son sin embargo una interesante alternativa económica y medioambientalmente hablando. Si no las leíste en su día, te recordamos que en la primera parte hablamos de sus ventajas, ITV y aparcamientos, y en la segunda parte hablamos de mantenimiento y averías.
Terminanos hablando ahora de los impuestos que pagan, o mejor dicho, de los impuestos y otras tasas que se ahorran, en la compra y durante el uso, y de cuánto cuesta, en términos generales, el seguro de uno de estos coches.
Impuestos y tasas que pagan los vehículos a GNC
Ahora mismo los vehículos a gas natural comprimido se pueden acoger al plan PIVE si sus emisiones son de hasta 160 g/km CO₂. Esto significa que pueden disfrutar de 1000 euros adicionales más de descuento si se entrega a cambio en la compra un coche viejo (de más de 10 años).
Por el momento no hay ayudas específicas para la compra, pero podría haberlas por Comunidades Autónomas (hace unos años las hubo, eran por ejemplo 2000 euros para comprar un coche nuevo). En algunas ciudades hay subvenciones específicas para vehículos de bajas emisiones o para los taxis (así que conviene preguntar).
En cuanto al impuesto de matriculación, los coches a GNC lo pagan de la misma manera que cualquier otro, según sus emisiones de CO₂. Como muchos tienen emisiones que no superan los 120 g/km, resulta que pagan el 0% de IM.
En según qué ayuntamientos los coches a gas tienen un descuento en el impuesto municipal de circulación (impuesto sobre vehículos de tracción mecánica) de entre el 50 y el 75%. Como son de muy bajas emisiones, los ayuntamientos intentan de esta manera incentivar este tipo de coches, pues contaminan menos el aire de la ciudad (mucho menos NOx y casi ninguna partícula).
También por ciudades pueden disfrutar de una tarifa para aparcar en zonas de estacionamiento regulado (zona azul con parquímetro) inferior a la de otro tipo de coches (por ejemplo Madrid). En según qué Comunidades Autónomas pueden tener descuento en las autopistas de peaje (por ejemplo Cataluña).
El gas natural comprimido disfruta de una exención fiscal, por lo que el kilo de GNC está menos cargado de impuestos que la gasolina y el gasóleo. Esto durará varios años. El plan de la Unión Europea es que cada combustible tenga una carga de impuestos proporcional a cuánto contamina, y aunque se termine la exención, siendo de los carburantes de origen fósil el que menos emisiones genera, su carga impositiva seguirá siendo también menor que la de los otros.
Lo veíamos en la primera parte, un kilogramo de GNC cuesta ahora mismo en España del orden de 1,04 euros y un coche de tamaño medio como el Škoda Octavia G-Tec consume 3,5 kg/100 km, así que su coste por km sale mucho más interesante que con gasolina o gasóleo.
El seguro de un coche a gas natural
El seguro de un coche que usa GNC en general no es más caro que el de un coche equivalente de gasolina, de por sí. Lo decíamos en la primera parte, un coche a gas natural comprimido se considera incluso algo más seguro que un coche a gasolina, y con un menor riesgo de incendio, así que no hay razones para encarecer la póliza de seguro por mayores riesgos.
Eso sí, como el precio de un seguro depende del valor del vehículo, es decir, del precio de compra, si el precio del coche de GNC es algo más alto que el precio de ese mismo coche de gasolina, el precio del seguro puede ser ligeramente más alto, pero no mucho.
Por ejemplo en el SEAT León la diferencia de precio de compra entre el modelo a gas natural, el 1.4 TGI, y el modelo a gasolina, el 1.4 TSI, es de 1930 euros, más caro el León a GNC. Dependerá de cada modelo en concreto y de cada marca, pero en general al final el precio del seguro será muy parecido.
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