Si el Rimac Concept One fue un coche espectacular, lo que se viene con el Rimac C_Two va a ser todavía más apoteósico. El superdeportivo croata está completando su fase de desarrollo y promete. Mucho.
Pero detrás de todas sus prestaciones hay un proceso de ingeniería, investigación, planificación y pruebas vastísimo. Ahora la compañía nos ha dejado ver en un vídeo cómo se ponen a prueba las emisiones del C_Two. Sí, emisiones, pero electromagnéticas.
¿Quién dijo que los eléctricos no tenían emisiones?
Todos los vehículos emiten, siempre, ya sean gases, calor, partículas... Para convertir una energía en movimiento hay que someterla a un proceso de transformación y (por el momento) no tenemos máquinas perfectas capaces de reducir a cero las emisiones, del tipo que sean.
Simplificando mucho el razonamiento, en un coche eléctrico obviamente no tenemos emisiones contaminantes porque no hay hidrocarburos (no hablamos del proceso de producción) pero sí que hay emisiones de otro tipo. Las emisiones electromagnéticas son inherentes a cualquier dispositivo eléctrico, y en un coche cargadísimo de tecnología más aún.
Las emisiones electromagnéticas no son perjudiciales para la salud en dosis bajas, pero sí pueden interferir en el funcionamiento de otros dispositivos electrónicos. Es decir, que si un coche eléctrico se pasa de emisiones electromagnéticas podría interferir con el alumbrado público, los semáforos, los radares, los teléfonos móviles o incluso otros vehículos.
Para controlar estas emisiones hay que someter a los dispositivos electrónicos y especialmente a los motores del coche eléctrico a un correcto aislamiento para cumplir con los niveles de emisiones máximos establecidos por la Unión Europea.
La normativa EVE R10 obliga a que los coches sean testados en una cámara semianeoica sellada del exterior. Los coches se colocan sobre rodillos y deben girar a determinadas velocidades mientras se someten a radiaciones entre 20 MHz y 20 GHz.
El fabricante debe asegurar el correcto funcionamiento de todos los dispositivos como las luces, la climatización o los limpiaparabrisas, incluso los diferentes modos de conducción. Luego el prototipo se desmonta, se analiza cada pieza, se vuelve a montar y se vuelve a probar para asegurarse de que todo funciona como debe sin interferencias.
El Rimac C_Two es un superdeportivo totalmente eléctrico de 1.940 CV que promete ser la referencia en cuanto a tecnología. Es más, Rimac se ha convertido en proveedora de tecnología para marcas de primer nivel, y posiblemente más de las que pienses.
Maté Rimac, el joven ingeniero responsables de la firma, ha conseguido ganarse la confianza de Koenigsegg, Aston Martin, Porsche, Pininfarina, Hyundai o Audi.
Es por eso que precisamente Rimac es más una empresa de tecnología que un fabricante de coches, y por eso han decidido limitar la producción del Rimac C_Two a sólo 150 unidades.
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