Después de un paréntesis en su actividad que se ha alargado ocho años, y gracias a un rescate financiero, el fabricante alemán Wiesmann ha vuelto al mundo de los coches deportivos de lujo y lo ha hecho a lo grande: anunciando la llegada inminente de un descapotable 100 % eléctrico con aires retro al que ha bautizado como "Project Thunderball".
Si bien aún está en la fase de prototipo, el fabricante ya ha revelado unas prestaciones contundentes para este roadster con carácter: gracias al empleo de dos motores eléctricos colocados en la parte trasera, tiene una potencia combinada de 680 CV y 1.100 Nm de par máximo y es capaz de cifrar el 0 a 100 km/ en menos de tres segundos. Pero hay más.
El resurgir del gecko
Wiesmann
Wiesmann GmbH es un fabricante alemán de automóviles personalizados y hechos a mano especializada en descapotables y coupés de lujo.
La compañía, que fue fundada en 1988 en Westfalia por los hermanos Friedhelm y Martin de Wiesmann, se centró desde el principio en hacer automóviles de calidad “que se mimeticen con la carretera”. De ahí su logotipo: un gecko.
Durante sus primeros años, la marca de Dülmen se caracterizó por fabricar sus populares “MF” propulsados por motores y transmisiones BMW, y a principios de los años 2.000, el fabricante ya planeaba lanzar versiones GT antes de dar el paso para exportar sus coches a los EE.UU.
Sin embargo, esos planes fracasaron debido a los altísimos costes que requería modificar los vehículos Wiesmann para que fueran legales en el mercado estadounidense. En 2014, la empresa tuvo que cerrar debido a su difícil situación financiera.
Después de la compra de la compañía por parte del actual CEO, Roheen Berry, Wiesmann resurgió estrenando sitio web durante la pandemia.
Ahora, ocho años después de echar el cierre, Wiesmann regresa al mercado automotriz con un nuevo y elegante roadster EV de lo más tentador. Maridando a la perfección lo antiguo y lo nuevo, el "Project Thunderball" ofrece una suerte de reinterpretación de los modelos de la serie MF original con un giro totalmente eléctrico.
Y es que el roadster es toda una bestia en clave eléctrica que ofrece todo un mar de sensaciones a cielo abierto, pues posee dos motores capaces de otorgar al coche de 680 CV de potencia (250 kW por motor), con un par máximo combinado de 1.100 Nm (550 Nm por motor).
Entre otras cosas, esto hace que pueda cifrar el 0 a 100 km/h en solo 2,9 segundos.
Muestra una gran agilidad pese a que en la báscula marca 1.700 kg, en parte por culpa de una batería de 83 kWh -con tecnología de 800 V- que promete cargas de hasta 300 kW de potencia para obtener una autonomía total de 500 km. Además contará con un total de hasta cinco niveles de frenada regenerativa.
Con esta carta de presentación, el CEO de la firma cree que a su llegada se convertirá en "el coche deportivo eléctrico más emocionante del mundo". Desde la última vez que Wiesmann entregó un vehículo, se han producido muchos avances en materia de electrificación.
El "Project Thunderball" es la muestra rodante de la compañía de su adaptación a la nueva era en la que pretende resurgir, y al mismo tiempo, representa una revolución para la propia marca, implementando trenes motrices eléctricos para ofrecer su "rendimiento característico".
Aun así, Wiesmann aún no se ha decantado al 100 % por los vehículos eléctricos, pues el fabricante tiene un segundo modelo nuevo casi preparado para debutar en sociedad. Llamado "Project Gecko", estará impulsado -cómo no- por un motor turbo de BMW, y muy pronto verá la luz.
Por el momento, la firma del gecko espera que su "Project Thunderball" entre a producción en la factoría que posee Wiesmann en Dülmen (Alemania) próximamente.
El roadster eléctrico ya se puede reservar en el sitio web del fabricante con un precio de partida de 300.000 euros, y se espera que las primeras unidades lleguen a manos de sus propietarios hacia finales de 2023.