La Monterey Car Week tuvo lugar hace un par de semanas en Pebble Beach (California, Estados Unidos) y las cifras millonarias que se pagaron por algunos coches en subasta, ocuparon todos los titulares. Pero no todos los coches encontraron nuevo dueño, y aquí tienes siete increíbles coches con pedigree que todavía buscan un hogar.
Ferrari 250 GT SWB Alloy Berlinetta Competizione by Scaglietti de 1960
Este Short-Wheelbase no ha encontrado nadie que quisiese pagar los más de 9,5 millones de dólares que pedían como mínimo en la última subasta celebrada en California. A lo largo de su historia ha tenido muchos dueños, algunos de los cuales lo utilizaron en competición. Según certifican, no ha sufrido jamás un daño en carrera, pero tal vez el hecho de que todavía mantenga detalles como las barras antivuelco traseras hayan echado para atrás a potenciales postores que buscasen un Ferrari 250 GT.
Porsche 908 Works 'Short-Tail' Coupe de 1968
Este 908 con chasis no. 908-010, es uno de los cinco que se han equipado con la carrocería short-tail y pedían 2,3 millones de dólares. En su primera carrera en el circuito de Spa, el coche sufrió un fuerte daño al golpear contra un poste telefónico. No fue hasta 1999 cuando se restauró en Estados Unidos, y desde entonces ha participado en muchos de los eventos de competición más prestigiosos. Tanto que hasta hay hecha una inscripción para el Rennsport VI de Laguna Seca que se celebrará en septiembre. Tal vez tenga que llevarlo allí su actual dueño para que encuentre un nuevo hogar.
Ferrari 288 GTO de 1985
Fue el primer Ferrari 288 GTO que se entregó en Japón, solo cuenta con 13.000 kilómetros en su historial y a pesar de ello, nadie ha pujado lo suficiente (más de 2.750.000 dólares) en la última subasta como para hacerse con el. También fue uno de los pocos equipados con aire acondicionado, con elevalunas eléctrico y con el sistema de escape opcional Ansa. De Japón se fue a Estados Unidos, donde se utilizó muy poco, de ahí su fantástica salud. Aun así, nadie lo ha querido lo suficiente.
Lancia Stratos HF Stradale by Bertone de 1974
Aunque parezca increíble, este Lancia Stratos tan coqueto solo cuenta con 6.440 kilómetros en el marcador y estimaban que alguien pagase más de 600.000 dólares por el. Inicialmente fue propiedad de un concesionario Lancia de Roma, donde le hicieron la mitad de los kilómetros que tiene. Luego pasó por diferentes manos, con muy poco uso. A pesar de ello, el Alcántara de los asientos originales estaba algo gastado, por ello sustituyeron los asientos por los que lleva ahora. En caso de que alguien lo quisiese, los asientos originales se entregarían también, pero parece que nadie se lo quiere llevar a casa.
Aston Martin DB5 Vantage Convertible de 1965
Solo se fabricaron siete DB5 Vantage Convertibles originales como este, aunque algunos pasaron las versiones Coupé a descapotables. Esta unidad por la que pedían un mínimo de 1,95 millones de dólares, venía originariamente con el volante a la derecha, como buen británico, pero se cambió a la izquierda en 2005. Tal vez por eso, y a pesar de su fantástico estado de conservación, no ha encontraro un nuevo dueño que lo quiera.
Lancia Aurelia B24S Spider America by Pininfarina de 1955
El Lancia Aurelia que ves en la foto, ha viajado por medio mundo y pedían por el un mínimo de 950.000 dólares. Su primer propietario fue norteamericano, y allí estuvo desde 1955 hasta mediados de los años 80, cuando fue comprado por un famoso coleccionista de coches Lancia y devuelto a su lugar de nacimiento, Italia. Después de pasar por una puesta al día, participó en muchos eventos y lució por media Europa hasta que volvió en el año 2009 a Estados Unidos. Allí sigue buscando alguien que lo cuide, lo mime y lo conduzca como merece.
Lamborghini Countach 5000 QV by Bertone de 1988
Cuenta con la firma del mismísimo Valentino Balboni, solo ha recorrido 14.000 kilómetros y su carrocería de color amarillo luce perfecta en combinación con el interior en blanco. Este Countach 5000 QV cuenta con aire acondicionado de serie y el alerón posterior es opcional. Aun así, nadie ha pujado por los 300.000 dólares mínimos para optar a el en la subasta.
Lógicamente, los motivos por los que no han encontrado nuevo dueño pueden ser diversos, desde dudas sobre su valor real, un precio de salida demasiado alto o simplemente que no han conseguido seducir a nadie.
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