La legitimidad histórica es uno de esos activos intangibles que le facilitan las cosas a una marca a la hora de vender. No es que sea la panacea, pero en algunos casos ayuda bastante (por ejemplo, Toyota con los híbridos). Incluso a veces, aunque la marca haya sido la primera, por ejemplo el grupo Fiat con la inyección directa en los diésel, la fama se la lleva otro, en este caso el grupo VAG.
Ocurre lo mismo con los crossovers derivados de station wagon. Audi, con el Allroad le dio sus letras de nobleza, pero para muchos Subaru fue pionera con el Legacy Outback (ahora Outback a secas) y el Forester, mientras que Volvo lleva 20 años proponiendo un break todocamino Cross Country y es considerado el instigador de este nicho de segmento, que si bien no acapara tantas ventas como los SUV tradicionales, es un nicho de mercado prestigioso. Sin embargo, la idea original de este tipo de coches se la debemos a la American Motors Company (AMC, para los amigos) y su extraño modelo Eagle.
La necesidad es la madre de todas las invenciones
Curiosamente, tanto el Volvo XC70 como el AMC Eagle comparten razones por las cuales fueron creados. Ambos nacieron en un momento en el que sus respectivas marcas no pasaban por su mejor momento. El Volvo V70 XC -el primer Cross Country-, llegó al mercado en 1998 tras su presentación en el Salón de Fráncfort del año anterior.
En los años 90, el SUV era el coche de moda en Estados Unidos, siendo este país el principal mercado de Volvo. Las ventas de SUV no paraban de subir. De hecho, en 1999, el 19 % de los coches vendidos en EE.UU. eran de tipo SUV. En Volvo no tenían los recursos financieros como para invertir en un SUV, así que tuvieron la idea de aumentar la altura libre del V70 AWD y darle un aspecto aventurero. Y funcionó: casi la mitad de la producción total de V70 Cross Country y XC70 se vendió en EE.UU.
Así Volvo ayudó a crear un nuevo segmento, aunque pequeño, el de los breaks todocamino. En 1998, en Europa era el único fabricante de peso en atreverse con este tipo de vehículos (sí, estaba Subaru con el Legacy Outback, desde 1996, pero la huella de la marca nipona en el mercado europeo nunca fue muy profunda). Y Volvo creó el break todocamino de la misma manera que inventó el cinturón de seguridad de 3 puntos moderno: partiendo de la idea anterior de otro fabricante, en este caso AMC, y refinándola para convertirla en éxito.
Un turismo con tracción integral de Jeep
American Motors Company era la dueña de Jeep en los años 70. Y aunque los Jeep se vendían bien gracias al prestigio de su nombre, las ventas de AMC eran más bien tímidas (la marca acabaríaen manos de Renault en los años 80). Para sacarle partido a Jeep, los dirigentes de AMC tuvieron la genial idea de incluir la tracción integral de los Jeep en uno de sus modelos.
En esa época, la tracción integral era sinónimo de todoterreno. Y es que no fue hasta 1980 con el Audi quattro que el mercado aceptó que la tracción integral tenía aplicaciones en pro del dinamismo del coche. (Aunque el Jensen Interceptor FF lo demostró de 1966 a 1971). Así, en AMC añadieron al modelo una notable altura libre. AMC, sin saberlo, había inventado un concepto que se pondría de moda varios años más tarde.
La historia del automóvil nos demuestra una y otra vez que ser el primero no siempre es sinónimo de éxito. Peugeot lo experimentó con la capota metálica de los cupé-cabrio (Peugeot 402 Eclipse de 1935) o la propia Jensen con el Interceptor, primer coche de la historia en equipar de serie un sistema ABS. AMC, también lo iba a vivir en primera persona.
El AMC Eagle
El AMC Eagle llegó al mercado en agosto de 1979 (año modelo 1980). Partiendo de la base del anodino AMC Concord, el Eagle contó con una carrocería berlina de 4 puertas, familiar (Wagon) y de 2 puertas (de 1980 a 1983). En 1981, sobre la base del AMC Spirit llegó el cupé SX-4 (de 1981 a 1983) y sobre la base del AMC Gremlin mexicano una curiosa versión hatchback llamada Kammback (en referencia a la zaga truncada tipo Kamm) fabricada también de 1981 a 1982.
Era visto, fue la versión Wagon la que más éxito tuvo: se fabricaron 118.819 unidades, mientras que del SX-4 fueron 30.044, segundo modelo con más éxito de la gama. En cuanto al sedan fueron 27.501 unidades las fabricadas; 14.962 unidades del 2 puertas y tan solo 6.123 Kammback salieron de fábrica.
La gama de motores de los Eagle era de lo más limitada. Se podía escoger entre un 4 cilindros 2.5 litros de 85 CV, exclusivamente asociado a un cambio manual, y un 6 cilindros en línea de 4.2 litros y 114 CV. AMC pensó en proponer también un motor diésel y se fabricaron 7 unidades con un motor VM de 3.6 litros y 150 CV.
Ser el primero en inventar el crossover, la berlina y el break todocamino, así como el cupé todoterreno, no fue suficiente para salvar AMC. Chrysler compra la marca a principios de 1987 y se carga toda la gama Eagle casi al instante, salvo el Wagon que perduraría hasta diciembre de 1987. Aún así, el Eagle dejó su huella en el mercado estadounidense, pues Chrysler usaría el apelativo Eagle como marca para sus productos "exóticos" realizados en colaboración con Renault o Mitsubishi. Pero sobre todo, dejó su huella en la historia del automóvil, con un concepto recuperado varias décadas más tarde por otros fabricantes.
Bonus track
No puedo dejar de mencionar el Peugeot 504 Dangel como uno de los exponentes de los break todocamino,o todoterreno en el caso de los Dangel. Inicialmente desarrollado como preparación bajo pedido por la alsaciana Dangel, el éxito y la calidad de la transformación fueron tales que Peugeot decidió venderla en su red comercial. Sin embargo, al igual que le pasó a Renault con el Dodge Caravan, una marca estadounidense se le adelantó. El Peugeot 504 Dangel llegó al mercado en 1981, aunque en Dangel había empezado el desarrollo del coche en 1978.