La semana pasada he tenido la suerte de acudir al pre-estreno de un documental que debería ver todo aquel que sienta pasión por el automovilismo, por las 24 Horas de Le Mans y sobre todo, aquellos que tengan a Steve McQueen como un icono a seguir.
Invitado por Tag Heuer, la marca del reloj modelo Mónaco que lucía Steve McQueen en la película, he tenido el privilegio de ser uno de los primeros en ver Steve McQueen: The Man & Le Mans. Adentrarse en lo que el actor, director, productor y sobre todo piloto pretendría transmitir con la película Le Mans es lo que consigue este documental que se estrena el próximo 3 de junio en los cines españoles.
El trailer
Porque lo que han hecho con The Man & Le Mans es reunir a todos aquellos que en aquel momento rodeaban a Steve McQueen, y hacerles hablar de forma muy íntima sobre su relación con el mito, revivir sus recuerdos y contarlos abiertamente a cámara.
En 1970 Steve McQueen y su familia se fueron a vivir a Francia porque él quería hacer la mejor película sobre carreras de coches, a la que llamaría Le Mans. Fueron seis meses de rodaje que cambiarían por completo la vida de Steve McQueen. Seis meses en los que se vivieron muchas historias de forma muy intensa.
Por eso, al reunir a aquellos que lidiaron con el no siempre amigable McQueen, a alguna de sus múltiples amantes, a los actores de reparto, a especialistas que llevaban a cabo escenas con coches e incluso a la que por aquel entonces era su mujer, se consigue tener una visión sobre lo que supuso la grabación de la que algunos consideran la mejor película sobre automovilismo de la historia.
En The Man & Le Mans no solo se habla sobre la figura del actor, director y piloto, sino que también se desgranan todos los entresijos de una grabación en la que se innovó en la forma en que se grabanan escenas de alta velocidad, utilizando por ejemplo un Porsche 917 con tres cámaras con las que se grabaron metros y metros de celuloide a velocidades de carreras.
Si a eso unimos que el documental incluye fotografías privadas nunca antes publicadas y revela vídeos inéditos cedidos por el hijo de la estrella, Chad McQueen, quien protagoniza gran parte del documental, el resultado es sencillamente fantástico.
Un documental mucho más enérgico y ágil que la propia película Le Mans, que en muchas ocasiones peca de ser demasiado lenta y sin un hilo conductor aparente. He visto Le Mans unas seis veces, y aunque admito que en casi todas ellas me costó no quedarme dormido, después de ver el documental entendí por qué esa película salió como salió.
Un documental que sirve para conocer más sobre la figura de Steve McQueen y para disfrutar de casi dos horas de historias en torno a él contadas con la misma pasión que el propio McQueen levantaba entre quienes le rodearon en aquella época (o no). El próximo 3 de junio, si lo ves en la cartelera, no lo dudes. Merece la pena.