Los clientes de la versión más radical del Chevrolet Corvette C7, el Corvette Z06, están de enhorabuena. El fabricante americano ha anunciado que retoma la experiencia que permite a clientes acudir a la planta de Bowling Green, en Kentucky, para ayudar a ensamblar el motor V8 sobrealimentado LT4 de su Z06. Según la compañía, es el único programa de este tipo para quienes adquieren un superdeportivo de tal calibre.
La experiencia tiene lugar concretamente en el llamado Performance Build Center, dentro de la planta donde se fabrican los Corvette. "Chevrolet aprecia la pasión que tienen los clientes por su Corvette y este programa les permite involucrarse directamente en la creación del corazón del modelo", afirma Harlan Charles, responsable de producto del Corvette.
El programa no es gratuito, ya que supone un coste adicional de 5.000 dólares, incluyendo el día en la factoría, el asesoramiento por parte de un técnico, una placa personalizada en el propulsor con el nombre del propio cliente y los servicios de un fotógrafo que documenta todo el proceso para que guardemos el recuerdo. Eso sí, no se incluyen gastos de transporte ni alojamiento.
Una vez montado el motor, con ayuda del cliente, éste pasa a la planta de montaje para ser ensamblado en el Z06. Además, siempre se puede pedir la recogida del vehículo en el National Corvette Museum, situado en la misma localidad donde se fabrica el coche, para que así la experiencia sea completa.