Son las cinco de la mañana y suena el despertador. Por delante tengo un día que sería duro si no fuese a conducir un BMW en un circuito. En la invitación que nos llegó se podía leer Eco Race EfficientDynamics, algo que en principio no entusiasma, pero contiene la palabra carrera y es en un circuito. Cuanto menos interesante…
Tras el aseo correspondiente y un ligero desayuno (a esas horas no hay quien se eche nada a la boca), me monto en el coche y me dirijo al aeropuerto de Barajas donde me iba a encontrar con representantes de BMW y con algunos compañeros del gremio que estaban en mi misma situación: durmiendo con los ojos abiertos.
El viaje iba a ser fugaz. Nuestro avión salía de Madrid a las 7:30 de la mañana y estariamos de vuelta en casa a las 20:00 del mismo día. Nuestro destino era Lisboa, un lugar muy bonito según me dijo la gente a la que le comenté mi próximo destino. Lo que no sabían es que de Lisboa iba a ver más bien poco.
A la llegada a Lisboa ya nos estaban esperando varios coches (BMW, claro) para llevarnos directamente al Circuito de Estoril. Tras montarme en el Serie 5 que iba a trasladarnos a dos compañeros y a mí, le pregunto al conductor que cuánto tiempo nos llevaría llegar al circuito. Quince minutos, contesta, mientras yo asiento con la cabeza.
¿Quince minutos? De eso nada; por lo menos cuarenta. Tras comprobar de nuevo (no es mi primera vez en el país vecino) que los portugueses conducen como les viene en gana y no precisamente bien, llegamos al Circuito de Estoril, que nos espera completamente vacío, enterito para nosotros.
¿Dónde están los rugidos de los motores? ¿Por qué no escuchamos petardazos al llegar al circuito? ¿Fuego? ¿Dónde hay fogonazos? Durante la jornada me temo que no va a haber nada de eso. Tenemos ante nosotros un día protagonizado por la eficiencia, en la que comprobaríamos las bondades de las tecnologías EfficientDynamics de la marca alemana. No suena muy excitante, pero veamos si es divertido.
Eco Race: formato y reglamento
Tras desayunar algo más contundente (ahora sí), asistimos a un pequeño briefing en el que se nos explica en qué consistirá la prueba y todo el reglamento al respecto (que no era poco). La competición es una prueba de eficiencia y nos vamos a dividir en equipos de cuatro personas.
Cada equipo podrá conducir cuatro versiones del nuevo BMW Serie 1 (116i, 118i, 118d y 120d) y daremos doce vueltas al circuito con cada una de ellas, lo que se traduce en que cada uno de nosotros rodará tres vueltas con cada una de las versiones.
Básicamente, en cada carrera se medirá el consumo medio y la velocidad media tras las doce vueltas reglamentarias. El valor que se tendrá en cuenta para realizar la clasificación de los equipos será el resultado de dividir la cifra de velocidad media obtenida entre la cifra de consumo medio. Por tanto, si conseguimos una media de 100 km/h y consumimos 10 litros, nuestra “puntuación” será diez.
Para no enfrentarnos a penalizaciones (eran básicamente detenciones en el pit lane con el motor en marcha que arruinaban la media de velocidad/consumo) debíamos cumplir el límite de velocidad en el pit lane (50 km/h), señalizar los adelantamientos en pista con los intermitentes y evitar las salidas de pista ante todo.
Desarrollo de la carrera y resultados
Tras formar equipo con tres compañeros de Km77, Diariomotor y Highmotor, comenzamos a darle vueltas a nuestra estrategia. Para la primera carrera nos había tocado el BMW Serie 1 120d (2.0 184 CV), quizá la mejor opción para aprovecharse de los consumos bajos y pisarle un poco al coche. Una pena que sea la primera carrera y ninguno de los cuatro hayamos rodado nunca en Estoril.
Afortunadamente no estábamos solos, contábamos con la ayuda de un instructor de BMW – única persona que acompaña al conductor durante la prueba – que nos iba a echar una mano en casi todo (salvo en cómo ganar la carrera). Tras una vuelta de reconocimiento con el instructor a los mandos, volvemos a los boxes y nos disponemos a comenzar la carrera. De momento yo me dedico a hacer fotos mientras dos compañeros del equipo comienzan a rodar en pista.
La estrategia básica para conseguir buenas cifras de consumo sin penalizar la velocidad media es aprovechar la inercia del coche, evitando al máximo el uso de la caja de cambios y del sistema de frenos, trazando de forma adecuada para no frenar el coche con los neumáticos y por supuesto no abusar del gas. A esto le sumamos llevar conectado el modo Eco Pro del coche, que beneficia los consumos bajos y nos indica si conducimos de forma eficiente o no.
Como eramos nuevos en esto, tras doce vueltas en el 120d conseguimos una velocidad media de 80,3 km/h y un consumo de 8,4 litros. Nos pareció un consumo aceptable y comprobamos que otros equipos habían obtenido cifras parecidas. Cuando dispusimos de los resultados de la primera carrera nos dimos cuenta de que había un equipo cuya estrategia estaba a años luz de la del resto (habían conseguido unos registros buenísimos y una puntuación superior a 14), así que nos replanteamos la estrategia. Hay que gastar menos o correr más.
La siguiente versión que ibamos a conducir era el 118d de 143 CV. En este caso intentamos reducir más el consumo pero tampoco lo conseguimos, aunque eso sí, aumentamos ligeramente la velocidad media. El resultado fue 81,6 km/h de velocidad media y un consumo idéntico al anterior, 8,4 litros a los cien kilómetros. El equipo ganador obtuvo el récord de consumo con ésta versión: 4,8 litros. ¡Algo no va bien!
Por fin llegamos a las versiones gasolina. La primera que ibamos a conducir era la más potente, el 118i de 170 CV. En esta tercera carrera buscamos el consumo más bajo, sin importarnos la media de velocidad. Obtuvimos al final una velocidad de 73,3 km/h y un consumo clavado, de nuevo, al de los dos diésel: 8,4 litros a los cien. Si sacamos el mismo consumo a un 1.6 Biturbo de gasolina que a un 2 litros diésel, algo estamos haciendo mal.
Nuestra última oportunidad para hacerlo bien era el más pequeño de los gasolina, el 116i de 136 CV. En este caso ibamos a hacer el mínimo uso del cambio rodando todo el circuito en 6ª (salvo dos curvas en 5ª), evitaríamos tocar los frenos durante todas las vueltas y no abusararíamos del acelerador, intentando rodar “a vela” el máximo tiempo posible. El resultado final fue muy bueno: 71,8 km/h de velocidad media y un consumo de sólo 6,6 litros. ¡Ay si hubiesemos tenido algo de idea desde el principio!
Al final obtuvimos una media general de velocidad (entre las cuatro carreras con las diferentes versiones) de 76,75 km/h y un consumo medio de 7,95 litros. ¿El resultado? Una puntuación de 9,654 (recordad, división entre la velocidad y el consumo), lo que nos colocó terceros en la tabla. A pesar de estar verdes en este tipo de competición conseguimos una meritoria tercera plaza de entre ocho equipos, españoles y portugueses.
Lo que más me sorprendió de toda la jornada fue el comportamiento del coche cuando se le exige. No es que fuesemos muy rápido, ni mucho menos, pero sí tirábamos el coche en 6ª velocidad en casi todas las curvas, haciendo que tanto el chasis, como las suspensiones y los neumáticos tuviesen que trabajar duro. Ese era el truco.
La elasticidad de los motores es otro de los puntos fuertes de este nuevo Serie 1. Es normal que los diésel gozen de un par motor generoso pero en los gasolina de doble turboalimentación me sorprendió la entrega de par desde tan abajo. El 116i, por ejemplo, entrega los 220 Nm desde las 1.350 vueltas y hasta las 4.300 RPM, lo que nos permitió rodar prácticamente todo el circuito sin problemas en la marcha más larga.
Precios y gama BMW Serie 1
Como ya sabíamos, la gama del BMW Serie 1 se estructura básicamente en tres líneas de equipamiento, aunque no tenemos por qué adquirir obligatoriamente ninguna de ellas. BMW destaca que el precio del nuevo Serie 1 es más bajo que el del modelo al que sustituye.
La línea Urban es la más moderna y cosmopolita, mientras que la línea Sport es la más deportiva, para aquellos que quieran disfrutar al volante. Ambas versiones se diferencian estéticamente tanto por fuera como por dentro.
Todo esto ya lo sabíamos, pero es que además se ofrecerá a partir del mes de marzo el paquete deportivo M que mejora la apariencia y el interior del pequeño de la casa germana. El precio de éste último no lo conocemos pero sí sabemos que las líneas Sport y Urban suponen un sobreprecio de 1.800 euros con respecto a un Serie 1 de serie. Los precios de las diferentes versiones son los siguientes:
BMW 116d – 25.950 euros.
BMW 116d Urban/Sport – 27.750 euros
BMW 118d – 27.250 euros.
BMW 118d Urban/Sport – 29.550 euros.
BMW 120d – 30.300 euros.
BMW 120d Urban/Sport – 32.100 euros.
BMW 116i – 25.950 euros.
BMW 116i Urban/Sport – 27.750 euros.
BMW 118i – 27.950 euros.
BMW 118i Urban/Sport – 29.750 euros.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
En Motorpasión | Nuevo BMW Serie 1 2012, información oficial de la nueva generación