Los piques, cuando van más allá de lo dialéctico, pueden tener consecuencias desagradables. ¿Acaso el conductor de este viejo BMW es un talibán anti-VW? Tenemos un sospechoso entre nosotros de haberlo hecho, pero tiene la coartada de que Letonia le pilla lejos. Aunque lo parezca, no se trata de un intento de alunizaje en el concesionario de Volkswagen, veamos por qué.
Si nos fijamos en las llantas de malogrado BMW E34, notablemente abolladas, lo más seguro es que el conductor saltase un bordillo a más velocidad de la aconsejable, perdiendo el control y volcando. Para fortuna del concesionario, el bávaro acabó rotando sobre el techo para golpear con el maletero una de las lunas de la exposición, y de ahí no pasó la cosa. Un Golf que estaba cerca de ahí podría haber acabado muy mal.
Es curioso, pero sólo una luna fue afectada. Ni para una película y adrede habría salido mejor, ni con más puntería. Es una pena por el coche, tal vez fue una sesión de “trompos” cuyo final no estaba previsto.
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Saludos para kour
Vía | English Russia