Con el BMW 3.0 CSL empezó todo para BMW Motorsport. 50 años después, convertida en BMW M, la división deportiva de BMW vuelve a lanzar una versión del 3.0 CSL, para celebrar sus 50 años.
Pero no se trata de un restomod o de coches de época realizados con chasis y piezas sobrantes, este 3.0 CSL de 2022 parte de la base del actual BMW M4 Competition y no el 3.0 CSL Hommage R de 2015. Y sólo 50 afortunados podrán conducir el coche estrella de los 50 años de BMW M.
Este nuevo BMW 3.0 CSL rinde homenaje al legendario "Batmóvil" 3.0 CSL de 1973, un modelo de estilo único con el que la firma que ganó el Campeonato Europeo de Turismos durante cuatro años consecutivos y que lanzó a la fama y al éxito BMW M.
Estéticamente, no hay duda, es una versión moderna del 3.0 CSL de 1973, la versión con aletas ensanchadas y prominentes alerones y spoiler. Incluso, los colores son prácticamente los mismos con los que el 3.0 CSL se vendía originalmente, a saber, franjas BMW M sobre fondo blanco Chamonix o gris metalizado Polaris). Aquí, el blanco Chamonix deja paso al blanco Alpine de los BMW actuales.
BMW explica que los pasos de rueda más grandes dejan espacio para unas llantas de 20 pulgadas delante y 21 pulgadas detrás, que llevan unos neumáticos diseñados específicamente para el 3.0 CSL.
En una época en la que cada vez más cobran protagonismo los coches eléctricos, con líneas depuradas, lisas y aerodinámicas, lanzar un modelo con una carrocería tan exuberante puede ser incluso visto como una provocación, una oda a los modelos de gasolina; una carrocería políticamente incorrecta.
El 6 cilindros en línea de calle más potente de BMW
Bajo el capó, el seis cilindros en línea más potente jamás utilizado en un coche BMW M homologado para la carretera tal y como equipaba también el primer 3.0 CSL. En aquel entonces, el 6 en línea erogaba en su versión de calle 210 CV. El 3.0 CSL actual desarrolla 560 CV a 7.200 rpm y 550 Nm de par motor.
Entre las modificaciones del motor con respecto al 6 en línea de un M4 “normal”, este cuenta con un nuevo cárter, mientras que el cigüeñal se ha aligerado y el sistema de refrigeración se ha diseñado pensando en un uso intensivo del coche en circuito.
Potencia y par se envían a las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual de seis velocidades. Además, la transmisión dispone de un diferencial trasero autoblocante activo (hasta un bloqueo del 100%, aseguran en BMW). Este diferencial M activo está vinculado al DSC (Control Dinámico de Estabilidad) y “ajusta con precisión su efecto de bloqueo a la situación de conducción”.
Con la función M Traction Control, además, el conductor puede ajustar individualmente los umbrales de intervención del control de tracción. Para ello dispone de diez niveles, y también es posible la desactivación completa del control de estabilidad DSC a través del modo M Dynamic.
Uno de los elementos que contribuyó a poner el 3.0 CSL original en lo más alto del podio fueron las suspensiones. En el modelo actual, el eje delantero es de doble brazo, mientras que el trasero cuenta con un eje de cinco brazos con diseño específico M.
Dispone también de amortiguadores adaptativos controlados electrónicamente, una dirección electromecánica M Servotronic con relación variable y el sistema de frenos cerámicos de carbono M, con un mordiente ajustable desde el salpicadero, con discos que miden 400x38 mm, delante, y 380x28 mm, detrás.
3.0 CSL, como Coupé Sport Ligero
Si bien recordamos todos el BMW 3.0 CSL por su versión ensanchada de 1973, lo importante en esa versión extrema del coupé 3.0 CS era la L, que lo convertía en CSL y en algo especial. Por supuesto, la L es porque se trata de una versión aligerada del 3.0 CS. El 3.0 CSL de 2022 se debía de respetar esa tradición.
Para reducir el peso, prácticamente todos los paneles de carrocería son de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP). Además del techo, el capó y el portón del maletero, los faldones delanteros y traseros son completamente de carbono.
Las fijaciones de los paneles laterales delanteros y traseros, los umbrales laterales, el difusor trasero, el alerón trasero y el spoiler trasero también están hechos de este noble material. Todos los componentes de carbono se fabrican en pequeñas series, en su mayoría a mano y exclusivamente para el BMW 3.0 CSL.
Recordemos que BMW M GmbH es pionera en el uso de CFRP en vehículos de serie. Ya en 2004, equipó por primera vez un modelo de serie grande con un techo de carbono, el mítico BMW M3 CSL. Pero no es el único elemento que contribuye a aligerar este M4 muy especial. Además de la fibra de carbono, el coche cuenta con un uso mínimo de material aislante, escapes en titanio (hasta 4,3 kg más ligeros que un escape en acero).
No dudamos que el 3.0 CSL sea más ligero que un BMW M4 Competition de serie, pero BMW no ha desvelado el peso final de este 3.0 CSL. Aun así, con una relación peso/potencia anunciada por la marca de 2,9 kg por CV, se traduciría en un peso de 1.624 kg. Es decir, 110 kg menos que un M4 Competition de serie.
En el interior, el 3.0 CSL está equipado con asientos baquet con estructura en fibra de carbono y espacio para dos cascos detrás del conductor y el pasajero. Los asientos, el volante y el revestimiento del techo están acabados en Alcantara, con costuras blancas a juego con la pintura exterior. Y por supuesto hay fibra de carbono en casi todo los paneles del interior.
Los embellecedores interiores mate en acabado de fibra de carbono presentan una numeración secuencial para cada una de las 50 unidades fabricadas.
“Este número, visible en el interior desde el #01/50 hasta el #50/50, corresponde en cada caso a los dígitos finales del número de serie de la suspensión, representando así una referencia claramente visible y auténtica a la identidad individual del vehículo”, explican desde BMW.
Como suele ser habitual con este tipo de modelos exclusivos y ultra limitados, es muy probable que esté todo vendidos, o al menos reservados. De ahí que BMW no haya desvelado el precio de este juguete, pero se habla de un precio superior al medio millón de euros.