Por un precio de 26.900 euros con un motor 2.0 turbodiesel de 143 caballos y una extensa lista de equipamiento de serie.
Desde luego el apelativo “para todos los bolsillos” es relativo, pero si tratamos de equipar con un motor similar y con las mismas opciones otro modelo de marcas más generalistas, la diferencia puede no ser tan abismal como podemos pensar: unos 4.000 o 5.000 euros más que un Astra, Focus, C4 o Megane, por nombrar algunos de los compactos más vendidos.
Quizás lo que más se pueda echar de menos y no esté disponible de serie sean los faros de xenón, las llantas de aleación y algún detalle como el MP3, el control de velocidad o el volante multifunción, opciones que sumadas alcanzan una cantidad aproximada de 1.800 euros.