La detención del CEO de Audi, Rupert Stadler, no entorpecerá los planes de la firma de los cuatro aros en su salto hacia la electrificación. Con Abraham Schot al frente de manera provisional y dos días después de que Stadler pasara a prisión preventiva, Audi anunció su alianza con Hyundai para el desarrollo de la tecnología de células de combustible.
Además ha presentado el proyecto 'Urban Air Mobility' en Ingolstadt, Alemania, junto a Airbus, apuntándose a la carrera de los coches voladores en la que ya participan muchos pesos pesados de la esfera de la automoción.
Taxis voladores e hidrógeno para dejar atrás el escándalo
Ingolstadt (la ciudad natal de Audi) será el territorio de pruebas de estos taxis aéreos; un proyecto que cuenta con el apoyo del Gobierno alemán y que tendrá a Airbus como aliado.
Para el nuevo CEO interino "los automóviles conectados, eléctricos y autónomos harán que el tráfico urbano sea más cómodo y más limpio y ahorrará espacio, lo que significa una mejor calidad de vida para las personas en las ciudades".
El proyecto 'Urban Air Mobility' forma parte de una iniciativa de la Unión Europea en el contexto del mercado para la 'European Innovation Partnership' sobre ciudades y comunidades inteligentes, un proyecto en el que participan otras ciudades europeas como Hamburgo y Ginebra.
Ya en el Salón del Automóvil de Ginebra en marzo, Italdesign, Airbus y Audi presentaron el siguiente paso de su concept de coche volador Pop.Up, el Pop.Up Next.
En cuanto a su alianza con Hyundai, ambos socios pretenden llevar la celda de combustible a la madurez de producción en volumen de manera "más rápida y más eficiente", ha señalado Audi. La compañía quiere explotar así las ventajas que ofrece el hidrógeno en cuanto a autonomía y tiempos de carga.
A comienzos de la próxima década, Audi quiere presentar el primer modelo de pila de combustible en forma de SUV deportivo que se producirá en serie.