Llega el buen tiempo y los cursos de conducción Audi Driving Experience han dejado las pistas de hielo para pasarse al asfalto. El catálogo de cursos de la marca de los cuatro aros es amplio, pero sin duda, el más emocionante y divertido es el Audi Sportscar Driving Experience, que este 2018 tiene parada en en nuestro país en los circuitos de Jarama (Madrid) y Castellolí (Barcelona), y al que hemos tenido la posibilidad de asistir.
No hace falta ser cliente de Audi para participar en el curso, cualquiera puede hacerlo, aunque bien es cierto que los usuarios de la marca disfrutan de un descuento. De toda la oferta de cursos, el Audi Sportscar Driving Experience es el más avanzado y exigente sobre asfalto, y la montura va acorde, claro: los modelos disponibles este años son el Audi R8 V10 Plus y el Audi RS4 Avant. ¿El objetivo? Aprender a conducir en circuito a altas velocidades y disfrutar al volante de ambas bestias.
En esta temporada de 2018, el calendario viene más apretado que en 2017, con sólo dos paradas en España:
- Circuito del Jarama (Madrid): Del 11 al 14 de junio.
- Circuito de Castellolí (Madrid): Del 18 al 21 de junio.
La duración de los cursos es de cuatro horas y quince minutos, pudiendo escoger entre el turno de mañana (08:45 - 13:00 horas) o de tarde (12:45 - 17:45 horas). En lo que respecta al precio, si eres cliente de Audi se queda en 545 euros, mientras que si no eres cliente el coste sube hasta los 690 euros. Las reservas puedes hacerlas desde la web oficial de Audi driving experience, seleccionado la modalidad de Sportscar.
Primero, la teoría
Antes de ponerte a los mandos de las dos mencionadas máquinas de los cuatro aros, toca la parte teórica. En ella, el instructor, en este caso de lujo porque es Jordi Gené, hace especial hicapié primero en la postura de conducción: nada de ir tirado, lo ideal es que, tras colocar el asiento, compruebes estirando los brazos si las muñecas están justo pasado el volante. Si no es así, tendrás que ajustarlo un poco más. Otra cosa fundamental a tener en cuenta: las dos manos siempre sobre el volante y en postura de "nueve y cuarto".
El objetivo del curso es claro: mejorar la técnica de conducción, por lo que la trazada es uno de los principales puntos a tener en cuenta. Para facilitarnos la tarea, los monitores colocan conos tanto en la entrada como en la salida de la curva, así como en el vértice.
Con estas referencias sabes cuando debes tirarte a su interior o cuando debes empezar a acelerar siempre de manera progresiva. Además, en las curvas dobles, se ubica una fila de conos tumbados sobre el asfalto para mostrarte por donde debes acometer la curva para alcanzar su última esquina.
En el Audi Sportscar Driving Experience también da mucha importancia a las frenadas, donde tenemos que hacer un cambio de mentalidad, ya que son regresivas y no progresivas como cuando conducimos en carretera. Esto se traduce en que debes pisar el pedal a fondo, para luego ir soltando según pida la curva. Y ni qué decir tiene que siempre que pisemos el freno a tabla, deberemos hacerlo con las ruedas rectas.
Mirar siempre más allá, es otra de las recomendaciones que nos dan: hay que llevar la vista lejos cuando vamos a altas velocidades, para que nuestro cerebro ya esté preparado antes de llegar al siguiente giro.
Pasando a la acción
En el caso del Circuito del Jarama, el curso práctico se divide en cuatro partes. Las dos primeras se realizan subdiviendo el trazado en dos sectores, con el objetivo de que vayamos familiarizándonos con las diferentes curvas: de Nuvolari a Portago y de Portago a Tunel.
En la tercera comienza la verdadera diversión: se hacen las vueltas lanzadas en todo el circuito al completo. En total son tres giros lanzados por tanda (dos en total), siendo el cuarto de refrigeración, para darle un poco de aire a los frenos y motor. Estas tres partes se realizan con la joya de la corona del curso, el Audi R8 V10 Plus.
La cuarta en discordia es una prueba de frenada de emergencia con esquiva, que es independiente y que se realiza al principio de recta. En este caso, la montura es el Audi RS4 Avant, aunque no vas a poder disfrutar apenas de sus 450 CV más allá de la aceleración: en esta prueba te enseñan a reaccionar ante un imprevisto en carretera, con una frenada a fondo con esquiva a la izquierda.
Si te estás preguntando si un instructor va contigo en el coche, la respuesta es no: éste va marcando el ritmo encabezando la marcha del grupo al volante de otro R8 en todas las pruebas excepto en la de la frenada de emergencia. No obstante, va dando instrucciones en todo momento a los participantes por walkie-talkie, sobre todo en lo que toca a frenada, aceleración y trazada.
Audi Sportscar Driving Experience: las máquinas
Ya te hemos mencionado las monturas que se utilizan esta temporada 2018 en el Audi Sportscar Driving Experience, pero no está de más que nos paremos un poco en ellas. Empecemos por el plato fuerte y el gran protagonista de esta modalidad.
Audi R8 V10 Plus
Su denominación ya nos da muchas pistas de lo que tenemos entre manos: una bestia con un corazón V10 de 5.2 litros y 610 CV. Sobre el papel, su velocidad máxima es de 330 km/h y consigue llegar hasta los 100 km/h desde parado en sólo 3,2 segundos. La abrumadora potencia del Audi R8 V10 Plus se transmite a las cuatro ruedas gracias a la tracción quattro, lo que le hace tremendamente manejable, y se gestiona mediante el preciso cambio S tronic.
Tras ponernos a sus mandos en el Jarama, tenemos claro que los circuitos son el hábitat natural del Audi R8 V10 Plus. Bien es cierto que normalmente estamos en la calle y que allí no se puede dar rienda a todo su potencial, pero el R8 sabe ser dócil y suave cuando no pisamos a fondo. Sin embargo, todo el que tenga el dinero para poder permitírselo, debería ir, al menos, un par de veces al año a un circuito para conocer realmente la máquina que tiene en el garaje.
En este curso, el Audi R8 V10 Plus no se lleva el protagonismo sólo por su brutal estética y su descomunal dinámica, además es el que más se conduce, ya que tres de las cuatro pruebas, que además son las de más duración y las más divertidas, se realizan a sus mandos. De hecho, si lo que buscas es conducir el R8 V10, sólo podrás hacerlo en la modalidad Sportscar del Audi Driving Experience.
Audi RS4 Avant
Este 2018, el escogido para hacer de 'escudero' del R8 V10 Plus ha sido el Audi RS4 Avant. Pese a su condición de wagon, de coche de familia tiene el maletero y poco más. Bajo el capó nos encontramos un propulsor biturbo TFSI de 2.9 litros y 450 CV de potencia.
En cifras, la velocidad máxima es de 250 km/h, aunque puede llegar a los 280 km/h si va equipado con el paquete opcional RS dynamic. En lo que toca a la aceleración, tarda en hacer el 0 a 100 en sólo 4,1 segundos. Al igual que el R8, el Audi RS4 Avant equipa la tracción total quattro, aunque, en su caso, gestiona la entrega mediante el cambio automático tiptronic.
A diferencia del Audi R8 V10, la versión más radical de la última generación del Audi A4, sólo se utiliza en la prueba de frenada con esquiva, más orientada a enseñarnos a reaccionar ante una emergencia en el mundo real, aunque en un circuito también puede resultar útil ya que nunca conduces solo y no todo el mundo tiene las mismas manos ni conoce bien sus límites.
Por otro lado, el Audi RS4 Avant también está presente en otras modalidades del Audi driving experience, como es el caso del Dynamic, enfocado a reaccionar ante imprevistos y a conocer los sistemas de seguridad activa del vehículo, y del Progressive, centrado en realizar trazadas para conseguir bajar el tiempo por vuelta en un circuito.
¿Merece la pena hacerlo?
Aprender y divertirse desgraciadamente no siempre van de la mano, pero el Audi Sportscar Driving Experience puede presumir de ofrecer ambas cosas. Tras más de cuatro horas de lo más intensivas, te vas a casa sabiendo que has mejorado como conductor y que además has disfrutado, y mucho, de una emocionante jornada.
La velocidad da rienda suelta a tu adrenalina y, cuando terminas una vuelta, ya estás pensando en como mejorar en esa frenada o en el paso por esa curva para la siguiente. El Audi R8 V10 Plus es una montura espectacular ya sobre el papel, pero cuando te pones a sus mandos, te sorprende la facilidad de manejo, deudora de su excelente tracción y de su capacidad de frenada, que es realmente asombrosa. Su aceleración, al límite de los 3.0 segundos, es la perfecta guinda, claro.
Pisar a fondo con la recta encarada a los mandos de un superdeportivo como el de los cuatro aros es una experiencia que todo aficionado al motor debería probar al menos una vez en su vida. Y lo cierto es que el Audi Sportscar Driving Experience es una buena oportunidad para hacerlo: de todos los cursos que se imparten en nuestro país, es uno de los más completos y rápidos. Es por ello que, sin duda, merece la pena.