La joya de la corona de los cursos de conducción de Audi o Audi Sportscar Driving Experience invade este mes de noviembre tres de los circuitos más interesantes de nuestro país: Jarama, Ascari y Montmeló. Lo mejor de todo es que cualquiera puede participar, sea o no cliente de la marca.
Se trata del curso en asfalto más avanzado de la marca, en el que ponerse al volante de bestias como el nuevo Audi RS 5 Coupé o el superdeportivo de la casa, el Audi R8 V10 Plus de 610 CV de potencia. Básicamente, el objetivo es aprender a conducir en circuito y disfrutar de la experiencia.
El calendario de este año en España incluye tres paradas: el Circuito del Jarama, el Ascari Race Resort y el Circuito de Barcelona-Cataluña (Montmeló para los amigos). Las fechas son las siguientes:
- Circuito del Jarama (Madrid): Del 7 al 11 de noviembre
- Ascari Race Resort (Ronda, Málaga): Del 13 al 16 de noviembre
- Circuito de Barcelona-Cataluña (Montmeló): Del 20 al 23 de noviembre
El curso, abierto al público y con una duración de cinco horas, tiene un precio de 690 euros, aunque los clientes de Audi tienen un precio especial de 545 euros. Se puede reservar aquí.
¿En qué consiste el curso Sportscars?
Lo primero es lo primero. Antes de nada toca recibir unos consejos básicos sobre postura al volante, posición de las manos, algunas normas de seguridad y una serie de directivas sobre cómo funcionarán las distintas pruebas a lo largo de la jornada. De momento, todo bien.
Como el objetivo principal del curso es que aprendamos algo y mejoremos nuestras técnicas de conducción, se habla también de la trazada ideal y de la frenada en circuito, que es regresiva y no progresiva como en la calle. Vamos, que en pista primero frenas al máximo y después vas soltando presión de pedal a medida que vaya haciendo falta, y no al revés.
Para ayudar a encontrar la trazada correcta los monitores del curso disponen conos en la entrada y salida de las curvas, pero también en el vértice. De esta forma es fácil saber cuándo has de tirarte al interior de la curva y cuando es momento de ir abriendo gas. En definitiva, son conceptos básicos pero imprescindibles para quien no haya conducido nunca en circuito.
Para conocer mejor las curvas, el circuito se divide por sectores (en el caso del Jarama, tres), y también se realiza una prueba de frenada de emergencia con esquiva en la recta principal, en este caso con el RS 5 Coupé. Y es que, a veces, tendemos a aliviar presión de freno cuando debemos pisar con todas nuestras fuerzas. Y claro, conviene practicarlo.
Todas las tandas se hacen con el Audi R8 V10 Plus, y una vez se han conocido más a fondo los tres sectores toca rodar a vuelta completa. En total podremos hacer dos tandas de cuatro vueltas, siendo la última de cada una para refrigerar los componentes del coche, especialmente los frenos.
Sobre todo para el que nunca ha conducido un coche de tal calibre, el R8 sorprende por su capacidad de tracción, por la patada del tramo final del cuentavueltas y por el espectacular sonido del motor V10. Además, toda la jornada se hace siguiendo a un coche guía, y no con un instructor dentro del coche, por lo que el cliente tiene más libertad de movimientos.
R8 LMS y RS 3 LMS, las sorpresas de este año
La novedad más interesante de esta temporada, y una oportunidad única para el común de los mortales, son copilotajes con los coches de competición más salvajes de la marca: el Audi R8 LMS que ha ganado cuatro de las cinco últimas ediciones de las 24 Horas de Nürburgring y el Audi RS 3 LMS que ha debutado este mismo año en el TCR.
Al volante del RS 3 LMS con motor 2.0 TFSI de 330 CV estará el director de la Escuela de Conducción de Audi, Jordi Gené, mientras que el R8 LMS de la categoría GT3 lo pilotarán Florian Gruber (ex campeón de la Seat León Supercopa), Frank Schmickler (ganador de las 24 Horas de Nürburgring) y Rolf Volland (tricampeón europeo de autocross).
¿Y qué tal la experiencia?
Una vez enfundado en el mono de carreras toca subirse al coche (en nuestro caso el R8 LMS, que cuesta unos 359.000 euros), que es una experiencia en sí misma. Tras un poco de contorsionismo ya estás hundido en el baquet, atándote el arnés de cinco puntos y mirando entusiasmado todas las botoneras del coche.
En cuanto se cierra la puerta Frank Schmickler se pone en marcha y tras el traqueteo inicial de la transmisión que hace vibrar todos los componentes del coche, recorremos la calle de boxes hasta la línea del final. Apenas la hemos cruzado ya tengo la nuca pegada al asiento y el R8 LMS se lanza hacia Nuvolari.
El sonido del 5.2 litros V10 atmosférico de 585 CV (menos potencia que el de calle, pero importa más bien poco) es espectacular. El aullido del diez cilindros se mezcla con el rechinante ruido de la transmisión y los ocasionales chirridos de los frenos. Es un concierto de diferentes sonidos que mantiene tu cerebro ocupado, intentando identificar cada ruido.
Sin nada en juego y con un ritmo que suponemos está bastante lejos de un ritmo de carrera, el R8 LMS sorprende por su capacidad de frenada pero sobre todo por el agarre de sus neumáticos slick. Es tan estable en curva que cuesta creerlo. Miramos de reojo el velocímetro en Ascari y rondamos los 190 km/h. Ehmmm... vale.
Una vez pasada la zona con limitación de ruido (la hípica, o la zona más alejada del paddock), afrontamos Bugatti y la zona final del circuito, antes de volver al box. Mientras asimilas sensaciones te das cuenta de que lo bueno se ha acabado ya, pero menuda experiencia. Ya solo te falta salir del coche de la manera más digna posible y contemplar desde fuera semejante máquina. ¡Impresionante!
Puede que no sea una experiencia especialmente barata (en comparación con las ofertas "conduce un deportivo en circuito durante una vuelta" nos parece un precio más que aceptable), pero la oportunidad tanto de pilotar en circuito el Audi R8 V10 Plus como de poder copilotar un coche de competición merece la pena si realmente te apasionan los coches y en concreto los Audi.