El nuevo coche electrificado de Carlos Sainz para el Rally Dakar de 2022 es una pequeña bestia todoterreno a la que han bautizado como Audi RS Q e-tron, y que pretende imponerse a sus rivales con motor de combustión interna.
Para lograrlo, la piedra angular del RS Q e-tron un sistema de propulsión eléctrico con convertidor de energía con el que Audi quiere establecer un nuevo hito en el rally más duro del mundo.
El RS Q e-tron tiene cuatro motores: tres eléctricos y uno de gasolina. El de gasolina junto a uno de los eléctricos generan electricidad para las baterías, mientras los eléctricos son independientes y no tienen conexión entre sí.
Las condiciones extremas que se dan en el Rally Dakar impiden competir actualmente con un modelo 100 % eléctrico.
Por lo tanto, el equipo de ingenieros dirigido por Axel Löffler, responsable de diseño del RS Q e-tron, tuvo que establecer unos puntos de referencia básicos para un nuevo concepto de vehículo con un sistema de propulsión eléctrico y un convertidor de energía a bordo sin tener ningún ejemplo previo en el que fijarse.
La capacidad de la batería de alto voltaje es de 52 kWh, suficiente para cubrir las distancias máximas previstas en cada etapa del rally. El peso de la batería de alto voltaje, incluyendo el sistema de refrigeración, es de unos 370 kilogramos.
Durabilidad y alta densidad de energía. La densidad de energía y el rendimiento que se requiere para esta prueba, así como los mecanismos de control y seguridad, hicieron que Audi recurriera a las ya probadas celdas redondas como base de la batería de alto voltaje.
Las exigencias de la recarga en recorridos off-road. Cuando los pilotos abandonen el ‘vivac’ cada mañana para empezar la etapa utilizando el propulsor eléctrico con la batería de alto voltaje cargada, se pondrá en marcha un sistema de control muy complejo.
Sólo cuando se entregan los roadbooks, unos minutos antes del comienzo de la etapa, los equipos pueden conocer algún detalle del recorrido.
Los ingenieros y los especialistas en electrónica han diseñado y programado algoritmos para mantener el nivel de carga dentro de unos rangos definidos en función de la demanda de energía.
Si, por ejemplo, los pilotos se encuentran con un exigente paso de dunas que requiere la máxima energía durante un corto periodo de tiempo, el nivel de carga desciende siempre dentro de un rango controlado.
La razón es que la potencia de los motores-generadores instalados en los ejes delantero y trasero está limitada a un máximo de 288 kW, para cumplir con la normativa.
La recuperación de energía. Para conseguir la máxima eficiencia en el desierto, Audi confía en un principio que ya ha utilizado en sus deportivos de Le Mans y en la Fórmula E: el RS Q e-tron recupera energía durante la frenada.
Las unidades MGU instaladas en los ejes delantero y trasero pueden convertir el movimiento de rotación de las ruedas en energía eléctrica gracias a un sistema de frenado inteligente, que combina la función de frenado hidráulico con el freno eléctrico regenerativo.
En Motorpasión | Volamos en el CUPRA de Extreme E, un salvaje coche eléctrico de carreras con Jutta Kleinschmidt al volante