Un guardia civil, expedientado por negarse a pasar una prueba de alcoholemia

Un guardia civil, expedientado por negarse a pasar una prueba de alcoholemia
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Tuvo que ser alucinante para aquel mando de la Guardia Civil descubrir que sus subordinados desprendían "olor a alcohol". Sucedió en 2011 en Aldea del Fresno (Madrid), cuando el teniente jefe interino del destacamento de Tráfico de Villalba acudió al lugar donde los dos agentes estaban denunciando a un conductor. Por lo visto, ambos habían ingerido algo que no debía de ser agua.

Aquella tarde del 19 de septiembre, tanto el agente ahora expedientado como su jefe de pareja acudieron a la zona que les había tocado controlar: la carretera Nacional VI, la autovía A-6 y la autopista AP-6, en el Subsector de Tráfico de Madrid Norte, al que pertenecían ambos agentes. Estando de servicio, pasaron por un bar de Guadarrama, "consumieron alguna bebida y luego fueron a otro local", según recoge la sentencia que dictó en su día el Tribunal Militar Central.

A eso de las 20:40, mientras se encontraban trabajando en el kilómetro 2 de la carretera M-510, el teniente jefe de Villalba se presentó en el lugar y consideró que tanto el auxiliar como el jefe de pareja presentaban síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol, de manera que les requirió para que se sometieran a una prueba de alcoholemia.

Y el auxiliar de pareja se negó. Su superior le retiró el arma y trasladó a ambos agentes hasta el cuartel de Villalba. Ya en el destacamento, y tras haber cursado las oportunas diligencias, el auxiliar de pareja pidió que se le practicara la prueba, pero el teniente se lo denegó por entender que ya habían pasado cuatro horas desde que los pillara en plena acción, de manera que la medición no habría resultado fiable, según su parecer.

Y la denuncia prosperó. En su sentencia condenatoria, el Tribunal Militar Central fijó seis meses y un día de suspensión de empleo para este auxiliar de pareja, por su condición de "autor de la falta muy grave consistente en la negativa injustificada a someterse a una prueba de alcoholemia legítimamente ordenada por la autoridad competente a fin de constatar la capacidad psicofísica para prestar servicio". Igualmente ordenó su cese de destino en Tráfico durante dos años.

Y el auxiliar de pareja recurrió, por entender que la sanción de seis meses de suspensión de empleo y el posterior cambio de destino no se ajustaban a derecho. Y ahora el Tribunal Supremo le ha denegado el recurso, argumentando que la sanción es adecuada porque "la negativa a someterse al test está incluida como falta muy grave en el reglamento disciplinario de la Guardia Civil" al igual que "la falta de desatención del servicio".

Vía | Cadena SER | El Norte de Castilla
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