Desde que se puso en funcionamiento el carné por puntos, la DGT ha aumentado considerablemente sus ingresos. La previsión para este año es de 360 millones de euros, lo que significa un 87% más que en 2005 (a mediados de 2006 comenzó el carné por puntos).
Son unas cifras que hay que tomar con precaución. El dato de ingresos no debería ser por sí solo bueno o malo. Ningún político se lleva comisión sobre los ingresos (para los más desconfiados: si quieren robar, lo pueden hacer independientemente de lo que el Estado ingrese, sólo hay que ver a Mugabe en Zimbabue), y de hecho tampoco es una cifra tan grande: es similar a la facturación de BT, por ejemplo, y muy alejada de la de una empresa grande como El Corte Inglés (17.000 millones de euros al año).
Por otra parte, el número de multas apenas ha aumentado, pero ahora son mayores y se ha mejorado la eficacia para cobrarlas. Con el nuevo centro de gestión de denuncias situado en León, se reducen los tiempos de notificación y cobro (por ejemplo, 14 días para las multas de radar).
El dato de que las multas no han aumentado en número, cuando los ingresos sí lo han hecho, es el más negativo: parece indicar que la DGT no se está moviendo para ampliar sus actuaciones y cazar a los infractores. Las multas, bien utilizadas, deberían servir para mejorar la seguridad vial, pero para esto no llega con dejar un radar fijo y hacer su trabajo, la vigilancia en las carreteras por parte de agentes es necesaria.
La recaudación por multas supone un tercio del total de los ingresos de la DGT. Por tasas de tráfico, los ingresos ascenderán a 559 millones de euros este año.
Mi conclusión es que, si tienen que vivir de lo que recaudan, me parece un presupuesto muy bajo para tratar de evitar 3.000 muertes al año (aunque Sanidad y Fomento también tengan su parte).
Vía | Público
En Circula Seguro | Las previsiones de la DGT para 2008