Opel Insignia 2.0 CDTI 163 CV, toma de contacto

Opel Insignia 2.0 CDTI 163 CV, toma de contacto
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Conocíamos el Opel Insignia con sus motores 2.0 CDTI 140, 1.6 SIDI 170 y 2.0 SIDI 250 con tracción 4x4. Javier Costas hizo la toma de contacto en Frankfurt y explicó allí todo lo que hay que saber sobre la nueva berlina, como de costumbre. También habíamos probado el Opel Insignia OPC, pero como el Insignia cuenta con nada menos que nueve motorizaciones, quedaban versiones por conocer.

Aprovechando el lanzamiento comercial del nuevo Opel Insignia en España, realizamos una nueva toma de contacto, esta vez mucho más breve, para conocer de cerca el Opel Insignia 2.0 CDTI 163 y la nueva carrocería Country Tourer, con las que la marca del rayo puede consolidar su buena marcha en nuestro mercado.

Opel Insignia

Positivismo y resultados, o al revés

Enrico de Lorenzi sonríe mientras explica los resultados de 2012 y 2013. El director general de Opel España está contento, y tiene motivos para estarlo. En un escenario como el actual, el Insignia lleva vendidas ya 50.000 unidades y aglutina el 10 % del mercado en su segmento. En octubre, se alzó con la primera posición en el segmento D.

La berlina representa un 15 % de las ventas de la marca en 2012 y un 11 % de las ventas en 2013. En el conjunto de Opel, las cifras de turismos vendidos superaron las 53.000 unidades, con un incremento del Opel Corsa de un 21,4 % y ocupando una cuota general del 7,6 %.

En un breve cruce de palabras con Enrico, surge la cuestión de la gallina y el huevo. ¿El positivismo es fruto de los resultados obtenidos o es necesario un toque de ilusión inicial para conseguir lo que está consiguiendo Opel? Quizá se trate de un fifty-fifty, pero les está funcionando.

Opel Insignia

La previsión de ventas del nuevo Opel Insignia se cifra en 6.000 unidades para el año 2014, y el objetivo es continuar atrayendo clientes de otras marcas como ya han hecho con la generación previa. En cuanto al mix de ventas, no hay discusión posible: el diésel gana por 90,88 a 9,11 en un produco para el que las flotas son una parte muy destacada del objetivo.

Los valores del Opel Insignia ya los conocemos: unos sistemas de seguridad y conectividad avanzados, montados en un cuerpo de cuidado diseño y buenas prestaciones con un toque que acerca a la berlina hasta el ansiado mundo premium. Y, por lo que nos cuentan en la marca, el cliente no se queda con el nivel de acceso, sino que aprovechan la diferencia de precio entre el Insignia y sus competidores premium y, puestos a elegir, se llevan equipaciones medias y altas.

Opel Insignia, interior

Pinceladas sobre la acomodación y mandos

Con todos esos balances en la cabeza, nos sentamos a los mandos. Lo que más llama la atención es la comodidad de los asientos ergonómicos. Desde que obtienen el Sello de Aprobación AGR, Opel ha ganado varios capazos de puntos. Luego viene el entorno envolvente, que en ocasiones puede llegar a ser demasiado envolvente, pero no llega a molestar.

Los acabados mejoran los de su predecedor. Los plásticos que recubren las superficies tienen buen aspecto, y es evidente el trabajo realizado a la hora de colocar los mandos de forma que el conductor lo tenga todo cerca del volante. En conjunto el coche entra por los ojos en eso que llamamos calidad percibida. Convence, y mucho.

Veamos si una vez puesto en marcha convence al mismo nivel, o incluso más.

Opel Insignia

Opel Insignia 2.0 CDTI 163 CV, al volante

Arrancamos y decimos hola al motor CDTI, que nos saluda con una voz que nos es muy familiar. Es la voz de la familia. Quitamos el freno eléctrico y avanzamos. Desde el primer momento llama la atención la dinámica del vehículo. Es muy estable, recuerda al Opel Astra G, aquel que según la publi estaba "soldado al asfalto".

Incluso si pasamos a los asientos posteriores percibimos el buen trabajo realizado en el chasis y en los ajustes de la suspensión. No es que no balancee, es que en los giros extremos incluso se lo percibe algo ratonero. Esto es así tanto en la carrocería sedán como en la Sports Tourer. Esta última sorprende además, y también gratamente, por su comportamiento casi de coche compacto.

Opel Insignia 2.0 CDTI 163 CV

Aprovechando que estamos aquí atrás sentados, diremos que la batalla de 2.737 mm no se traduce en grandes holguras para las rodillas, pero tampoco es que falte espacio. La altura libre (de la cabeza al techo), en la versión sedán resulta más que correcta, lo cual es muy de agradecer. En el caso de la Sports Tourer no hace falta ni comentarlo.

Pero volvamos a los mandos, que tenemos una dirección muy firme que no hace sino aumentar la confianza que nos proporciona la estabilidad de la berlina. En el punto débil en cuanto a tactos tenemos el del pedal del freno, que resulta algo esponjoso.

Opel Insignia, al volante

Vamos ya a por el motor, que en realidad habíamos venido por eso. Desde el primer momento, vemos que es un motor con el que el Insignia puede lucirse. Así como el propulsor de 140 CV (que también probé yo en esta misma presentación, en las fotos es el que tiene más pinta de malote) es un motor que le sienta como un guante a la berlina, el de 163 CV permite ir desahogado.

Empuja bien ya desde bajas y recupera con mucho brío. Y lo mejor: aunque ya vaya uno a ritmo alegre, al 2.0 CDTI 163 CV siempre le queda una reserva esperando bajo el pie derecho, que se entrega con fuerza a la que damos un golpe de gas. Tranquiliza saber que cuenta con esa posibilidad.

Total, que si hasta la fecha es el 130 CV el que ha aglutinado las ventas, en el 140 CV hay un muy buen sucesor y en el 163 CV hay una berlina para pasarlo bien en carretera.

Opel Insignia Country Tourer

Opel Insignia Country Tourer, una opción interesante

A modo de complemento, en esta fugaz presentación tuvimos la oportunidad de conocer el Opel Insignia Country Tourer que ya vio mi compañero en Frankfurt. La verdad es que el recorrido con esta versión fue diminuto y apenas permite extraer conclusiones. Eso sí, a primera vista supone una alternativa más que interesante al mundo SUV, con un comportamiento de turismo, un espacio de break y una altura de bajos de crossover.

¿Por qué? Pues porque quien necesite espacio para llevar sus cosas y sus niños no necesita renunciar a las hechuras de un turismo. Tanto la versión Sports Tourer como la Country Tourer pueden cubrir bien ese nicho de mercado sin caer en el monótono segmento de los SUV. Aunque para gustos se hicieron los colores, claro.

Opel Insignia Country Tourer

Sabiendo esto, nos fuimos a dar una vueltecita --nada, por los alrededores del embalse de los Arroyos, al lado de Galapagar (Madrid)-- para ver cómo se comportaba la criatura. En España está ya disponible con motores diésel 2.0 CDTI de 163 CV 2.0 CDTI biturbo de 195 CV, ambos con tracción 4x4, el motor pequeño con cambio manual y el mayor, con transmisión automática.

La unidad probada era de 195 CV, lo que nos permitió comprobar que la caja es realmente ágil en aceleración desde parado y que lleva el motor con un régimen muy relajado. Apunta muy buenas maneras. En la dinámica, el Country Tourer se mostró aparentemente solvente, pero con un recorrido de apenas 8 kilómetros sin demasiadas monerías, decir más sería atrevido.

Opel Insignia, consola central

'Infotainment' y Seguridad

Y como yo no sería yo si no hablase del infotainment y la Seguridad, en esta mínima toma de contacto vamos a destacar, para bien, la aniquilación de botones de la consola central que más de uno agradecerá. Esos controles han pasado ahora al sistema Opel IntelliLink, que es tecnológicamente muy atractivo, aunque puede dar algún que otro quebradero de cabeza.

Opel IntelliLink

¿Por qué? Porque aunque sea muy intuitivo, que lo es, requiere un punto más de concentración que los botones de toda la vida. En Opel han incorporado un touchpad bajo la consola central que resulta muy útil para manejar los comandos básicos, pero con todo y con eso manejar en marcha algunos elementos puede ser algo engorroso al principio. Mejor combinar su uso con los mandos del volante o con las órdenes por voz.

Opel Insignia, cámara trasera

Resulta encomiable la incorporación del detector de tráfico transversal en marcha atrás hasta una distancia de 20 metros, una idea que ya vimos en el Infiniti Q50 y que, con mucha seguridad, poco a poco se va a ir incorporando a más marcas y modelos. Funciona bien, alerta cuando toca e informa de dónde viene el peligro. Eso sí, el pitido electrónico que suelta es enloquecedor.

Opel Insignia

Hablando de alertas, la del detector de ángulo muerto es particularmente llamativa, y en el Insignia funciona hasta una distancia por detrás del vehículo de 70 metros. Está muy bien afinada y supera hasta la prueba de recorrer media Madrid sin mayores complicaciones. O sea, que funciona.

En general, hablamos de una berlina que se ha ganado a pulso los resultados que ha obtenido, y que con esta nueva generación va a seguir plantando cara en un segmento muy batallado. El público objetivo del Opel Insignia ha encontrado un buen producto ahí, y es que la relación calidad/precio es un valor al alza en los tiempos que corren.

Opel Insignia, toma de contacto

Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

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