Ya es noticia que un radar registre que un conductor circula a 207 kilómetros por hora, pero si el responsable es ni más ni menos que el jefe de la Guardia Civil de Tráfico de Soria (Claudio Argüello), el escándalo es mayúsculo.
Según parece, al ser interceptado por una pareja de la Guardia Civil (Argüello conducía, por cierto, un coche patrulla), el acusado se excusó diciendo que estaba en medio de una persecución.
Esta teoría ha sido rebatida por los agentes que le interceptaron, ya que no vieron al supuesto fugado, y además, el coche que conducía Argüello no llevaba las sirenas reglamentarias apagadas.
Curiosamente este individuo, que lleva 10 años en el cargo, ha sido denunciado por la Unión de la Guardia Civiles por trato vejatorio, acoso y humillaciones a otros agentes, a los que obligaba a denunciar masivamente mediante amenazas.
Según esta asociación, no se ha denunciado antes a Argüello por miedo, ya que este contaba con el apoyo del resto de los mandos. Además, la Unión de la Guardia Civiles considera que esta conducta “está desfasada, y no es habitual en el Cuerpo”.
Supongo que la mayoría estaréis de acuerdo en que cualquier ciudadano debe cumplir la Ley, pero el hecho de que la persona responsable del destacamento de Tráfico en Soria se salte a la torera las normas que el mismo debe hacer cumplir resulta sangrante.
Gracias a nachetetm por la pista
Vía | El Mundo
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