80eDays, la vuelta al mundo en 80 días a bordo de coches eléctricos, arranca hoy
Hoy, 16 de junio de 2016, Barcelona da la salida al desafío 80eDays, una vuelta al mundo en coches eléctricos que recorrerá 20 países de tres continentes, incluyendo territorios como China, Kazakstán y el desierto del Gobi. En total, más de 25.000 kilómetros que 11 equipos cubrirán con electricidad, abasteciéndose como puedan.
Detrás de este reto está una verdadera historia de pasión y superación. Pasión por los coches, la de Rafael de Mestre, que ya en 2012 intentó esta misma hazaña en solitario y a bordo de su Tesla Roadster, pero terminó su ruta en 127 días. Problemas con la documentación en China, un choque en Alemania y una inesperada boda retrasaron su llegada a la meta. Ahora, buscando la superación, ha convencido a un montón de locos por los coches como él, o más, para que se embarquen en esta aventura que promete muchas emociones.
De punta a punta, para demostrar que los coches eléctricos son una realidad palpable
Barcelona, Lisboa, Montreal, Nueva York, San Francisco, Los Ángeles, Guangzhou, Bucarest, Budapest, Viena, Zúrich, Venecia y Mónaco son algunos de los puntos clave por los que pasará esta insólita carrera, en la que dos Tesla Roadster, ocho Tesla Model S, un Denza y un autobús eléctrico Evopro Modulo intentarán demostrar que los eléctricos no conocen fronteras.
Rafael de Mestre explica que su pasión por los coches eléctricos le viene de lejos. De pequeño adoraba los automóviles, pero no le gustaba el olor del humo que expulsaban por el escape. Con los años, aquella pasión se convirtió en verdadera devoción por los eléctricos, y ahora organiza esta competición en la que no es difícil entablar conversación con los pilotos para ver enseguida dos cosas: que adoran a sus coches y que sienten un profundo respeto por el aire limpio.
De hecho, los vehículos serán transportados entre continentes en avión, cuyas emisiones de CO₂ se compensarán, según explican los organizadores de 80eDays, "buscando que el viaje tenga un balance 0 de emisiones". A lo largo del recorrido se plantarán árboles y se tomarán medidas de temperatura y demás parámetros para ver su evolución comparados con los del próximo 80eDays, que se celebrará en 2020. Como si se tratase de unos Juegos Olímpicos de la movilidad eléctrica, el objetivo es montar una competición como esta cada cuatro años.
Por su parte, Michelin no sólo pone los neumáticos en los coches, sino que aprovechará para tomar mediciones del uso real de sus neumáticos en este largo y duro recorrido por terrenos tan dispares como los que les esperan a los vehículos durante casi tres meses.
Sin embargo, el verdadero reto de 80eDays consiste en catalizar el cambio hacia la movilidad eléctrica, acelerando la transición al transporte sostenible a través del mayor rally de vehículos 100 % eléctricos por el mundo. Durante 80 días los organizadores quieren demostrar que los coches eléctricos "ya son la elección de aficionados a la conducción", y defienden que pueden alcanzar "prestaciones de superdeportivo en un vehículo versátil, silencioso y sostenible".
Compitiendo contra el tiempo
El ideólogo de esta carrera de autos locos no ha sido el único ni el primero en intentar algo así. Allá por mayo de 2012, justo unos meses antes de que él partiera en su anterior aventura, los franceses Xavier Degon y Antonin Guy trataron de dar la vuelta al mundo a bordo de un Citroën C-Zero. Ellos lograron su gesta en 227 días. De Mestre recortó ese tiempo hasta 127 días.
Ya de cara al 80eDays, de Mestre explica que más que competir entre ellos, los participantes se dedicarán a competir contra el tiempo. El reto está en cumplir el plazo de 80 días, y de hecho ni siquiera hay unas rutas obligatorias para realizar los recorridos. Existen unos puntos de parada obligatorios, pero poco más.
Entonces, ¿el que antes llega antes se va? En principio debería ser así. Sin embargo, hay un punto que hace de esta competición una carrera emocionante, y es que el primero que llega a un lugar donde no existe un punto donde recargar las baterías dejará instalado un cargador que podrán utilizar los demás participantes, acortando así distancias entre los escapados y los rezagados. A la práctica, puede que no haya nada decidido hasta bien entrada la carrera... o hasta el final.
En el fondo, se trata de acabar demostrando que los eléctricos existen, que son una opción viable incluso en condiciones muy locas, y que de aquí a unos años, cuando la gente recuerde eventos como este, hablen de estas iniciativas como nosotros podemos hablar de los primeros rallyes de automóviles en carreteras abiertas, cuando aquellos artefactos motorizados llamaban la atención de los lugareños que viajaban a caballo o en un carro tirado por un borrico.
El eterno problema de los puntos de recarga
Una prueba de este tipo suscita varias preguntas. Por ejemplo, y ante el aluvión de coches Tesla, resulta imprescindible consultar a de Mestre sobre la posible reacción de Elon Musk. Por lo visto, aquí el señor Tesla no ha puesto ni quitado nada. Al revés: son los compradores de Tesla los que le están haciendo a Musk el trabajo de marketing por la vía del boca a oreja. Primero, recomendando su producto. Luego, organizando viajes como este. El CEO de Tesla debe de estar encantado de la vida.
Otra pregunta típica puede ser por qué. Aquí, los organizadores del 80eDays son firmes. No quieren ser vistos como un montón de gente rica con coches caros yendo por ahí, sino que quieren dar visibilidad a los coches eléctricos. Que se entienda que si aguantan bien un calor de 53 ºC en pleno desierto del Gobi, un verano andaluz lo pueden soportar también. Y la prueba, según retrata de Mestre, está en que hace sólo cuatro años nadie en Barcelona reconocía su Tesla Roadster, mientras que hoy en los semáforos ve a gente que señala su coche y dice: "Mira, un Tesla".
Salgo a dar una vuelta con uno de los pilotos que han venido desde Alemania para participar con un Tesla Model S. Es Fabian Becker, que explica que todavía hoy la gente se extraña de ver que un coche como el suyo acelera en un santiamén sin apenas hacer ruido. Y me lo demuestra. Mientras me despego del respaldo, escucho cómo habla de la escasez de puntos de recarga en España, si comparamos las infraestructuras de nuestro país con las de Alemania. A falta de una red de supercargadores de Tesla, Becker ha cargado en alguno que otro poste de Nissan, previa conversación con la marca.
Durante el trayecto se utilizarán los supercargadores de Tesla cuando sea posible, y en su ausencia se recorrerá a la aplicación Electromaps para localizar puntos de carga cercanos. Los organizadores esperan una relativa facilidad para encontrar cargadores rápidos en Europa y Estados Unidos, con infraestructuras de carga desarrolladas, pero lo divertido llegará en Asia, especialmente en Kazakstán y Rusia, donde los participantes introducirán en Electromaps los puntos de carga que localicen.
Pregunto a Rafael de Mestre sobre el anuncio realizado por la Generalitat de Catalunya en el sentido de subvencionar 25.000 puntos de recarga con dinero público. ¿Debe ser ese el modelo o deberíamos optar por un modelo privado, a lo Tesla, para incentivar la instalación de infraestructuras? Al final, para de Mestre lo importante es que haya inversión, pero apunta a la necesidad de que el apoyo público no motive que la iniciativa privada se estanque. Buena respuesta a la gallega por parte de este hombre nacido en Manresa que ha vivido toda su vida fuera de España.
De hecho, uno de los participantes, en su China natal, se ha dedicado a ir sembrando el camino con cargadores de bajo coste. Aquí, Rafael de Mestre es muy claro: no es necesario que se hagan inversiones multimillonarias. Con usar un conector Cetac va que chuta. 5 euros por cada punto de recarga es la inversión que le pide a los hoteles con los que habla para crear una red de infraestructuras que les permita seguir adelante, incluso en el desierto del Gobi. En este contexto, más que nunca, lo importante es participar. Y promover el cambio.
Seguimiento por redes sociales y en streaming
Es evidente el paralelismo entre esta vuelta al mundo y la que realizara Phileas Fogg en el libro de Julio Verne. Si Fogg viajaba en globo aerostático, de Mestre y compañía lo hacen en vehículos automóviles eléctricos. ¿A quién mirarán de un modo más extraño sus contemporáneos? Es difícil de determinar, aunque es seguro que si uno llevó a cabo una gran aventura, lo que les queda por delante a estos intrépidos pilotos de coches silenciosos no es cosa de broma. Y todos podremos ser testigos de sus peripecias, en directo.
Estos 80eDays se podrán seguir en directo por internet. Vodafone ha dotado a los vehículos de tarjetas para que los participantes puedan conectarse en todo el mundo e ir retransmitiendo en vivo sus vivencias mediante streaming. Así, será posible seguir el progreso de la competición, equipo por equipo, a través de la página web de la organización, 8eDays. Además, los vehículos viajarán geolocalizados y una comisión se encargará de monitorizar a los participantes para velar por el cumplimiento del reglamento de la prueba.
Jutta Kleinschmidt, primera y única mujer en la historia ganadora del Dakar, Gunter Pauli, emprendedor conocido como el Steve Jobs de la sostenibilidad, autor e iniciador de La Economía Azul, y Louis Palmer, primera persona en dar la vuelta al mundo en un coche propulsado por energía solar y promotor de energía y transporte sostenibles, serán miembros de esta comisión vigilante.
Hoy, en el Arco del Triunfo de Barcelona, los equipos participantes saldrán rumbo a... Barcelona, aunque dando la vuelta al mundo. Si consiguen o no una gesta similar a la que realizó Phileas Fogg en la imaginación de Julio Verne, lo sabremos en cuestión de 80 días. Me consta que algunos de los participantes prepararán material para publicar un libro. No se les quedará en blanco, eso seguro.