¿Llega un poco tarde? Cierto, incluso podríamos decir que el nuevo propulsor diésel de Mazda llega muy tarde. Y es que el nuevo 1.5 Skyactiv-D de 105 CV se encuentra en el rango de potencia más vendido y el pobre Mazda3 lleva desde su lanzamiento (a finales de 2013) peleando con un único propulsor diésel de 2.2 litros y 150 CV.
Este motor homologa un consumo medio de 3,8 litros a los cien kilómetros, promete menos vibraciones, menos ruido mecánico y prestaciones suficientes para los 1.345 kilos del Mazda3. Desarrolla 270 Nm de par máximo entre 1.600 y 2.500 rpm.
Ya está disponible en las dos carrocerías del Mazda3, cuatro y cinco puertas, lo que reducirá el precio de acceso a las versiones diésel de este modelo y debería servir de revulsivo para sus ventas. Seguro que los concesionarios lo esperaban como agua de mayo.