Cuando se produce un accidente en las carreras de Hot Rods, estos son siempre espectaculares. Un coche a 500 km/h es una masa muy difícil de parar. En los entrenamientos oficiales de los Lucas Oil NHRA SuperNationals disputados en Englishtown el Funny Car de Scott Kalitta comenzó la carrera sin ningún problema para segundos después comenzar a arder irremediablemente.
El coche envuelto en llamas terminaba explotando momentos antes de impactar con el muro final. El piloto tras ser traslado al hospital fallecía. Un trágico accidente en una competición peligrosa donde estos graves accidentes, por desgracia, son más habituales de lo que deberían.
Vía | Marca