Lo de Dacia es un caso digno de estudio. La marca que se reflotó pensando en el mundo en vías de desarrollo o los menos pudientes, se ha convertido en una marca de éxito en países totalmente desarrollados. Uno de los ejemplos más claros es el francés, donde esta marca ha tenido un resonante éxito.
Es cierto que en Francia hay mucho inmigrante, pero no es un país donde se viva precisamente mal, y mucho francés de clase media ha confiado en Dacia. ¿Es por tener la seguridad de que es un Renault maquillado? Pues puede ser, los franceses son muy suyos para el tema de los coches.
Tenemos tres fabricantes principales en Francia: Citroën, Peugeot y Renault. En las ventas de junio Dacia se ha colado en el sexto puesto, superando a Opel por 48 unidades. No solo eso, la marca crece interanualmente mes a mes, como si la crisis no existiese para ellos, más bien se benefician de ella.
Ahora mismo tenemos en Francia al Dacia Sandero como el tercer coche de segmento B (utilitarios grandes) más vendido del país, solo por detrás de Peugeot 207 y Renault Clio. En cuanto al Dacia Logan ocupa el puesto 12 de dicho ránking. Además, el Dacia Duster es el 4º SUV más vendido en el primer semestre (enero-mayo).
Dicen los orientales que las crisis son períodos de oportunidades para la gente espabilada (o algo así), y Dacia es un perfecto ejemplo de ello. Se han topado con mucha gente dispuesta a pagar lo justo y nada más por el coche que les mueve, o que consideran que son coches de suficiente calidad para ellos y un precio muy justo.
Las pocas veces que he estado en Francia, me he hartado de ver coches franceses, están muy orgullosos del producto nacional. Los Dacia no son producto francés, se fabrican en Rumanía, aunque las tripas fueron diseñadas en Francia años atrás y básicamente son Renault, pero con un escudo de menos pedigree.
Quién lo diría, ¿eh? Mis inicios con la marca Dacia no fueron demasiado satisfactorios, pero he de admitir que se han esmerado en mejorar el producto y que están dándose cuenta de lo que quieren sus clientes. No solo quieren coches baratos, sino coches en los que se pueda confiar… y en los que puedas dar rienda suelta a tu bizarrismo musical.
Vía | Autoblog
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