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HOY SE HABLA DE
A ver, los chapistas de la sala (que seguro que alguno tenemos) y los físicos también (que también habrá), que nos expliquen esta técnica para arreglar abolladuras, porque parece bastante interesante.
Básicamente consiste en aplicar calor con un secador de pelo durante un periodo de 30 segundos a un minuto y en seguida, pulverizar CO2 en spay durante unos 10 segundos. Supongo que el misterio estará en el cambio tan brusco de temperatura, haciendo que la chapa vuelva a su forma inicial.
Por cierto, si queréis probarlo, avisan que la pintura no sufre ningún daño con este procedimiento.
Un saludo para regueiro.
Vía | FayerWayer